Los Eren llevan mucho tiempo detrás del dinero que Oğulcan y Fatma encontraron en un sillón en la calle.
Fatma lo había escondido por miedo de que Orhan fuese a la policía a entregarlo, pero un accidente de moto provocó que perdiese la memoria y no recordase el escondite del suculento tesoro.
Afortunadamente, con el paso de los días consiguió recordar… ¡el dinero estaba en el oso de peluche de Emel! Sin embargo, ese osito fue a parar a la casa de Tolga, después paso por las manos Akif y después llegó hasta la mujer de Sado, que ahora trabaja en casa de
Şevval, y ella huyó con el dinero.
Akif y los Eren fueron tras ella, pero parece que nunca podrán disfrutar de ese botín. En un forcejeo, el dinero sale literalmente volando desde lo alto de un edificio y la gente no duda en ir corriendo a recoger todos esos billetes que han caído del cielo.
Akif y Oğulcan van corriendo, pero ya es demasiado tarde. “Solo nos han dejado un billete de recuerdo”, dicen con pena ambos mientras se despiden para siempre de su sueño de convertirse en millonarios.