Al menos ocho personas, incluidos mujeres y niños, han muerto este lunes en un ataque de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra una mezquita en la que voluntarios entregaban comida a desplazados del conflicto con el Ejército de Sudán en la ciudad de El Fasher, la capital histórica de la región sudanesa de Darfur, en el oeste del país.
«Un dron perteneciente a las RSF disparó varios proyectiles contra la mezquita de Tijaniya, matando a ocho civiles e hiriendo a otros 18«, ha señalado Ibrahim al Ghali, médico de la ciudad, en declaraciones concedidas al periódico ‘Sudan Tribune’. Además, ha aclarado que este lugar proporcionaba diariamente alimentos a los ciudadanos de la zona, lo que lo convertía en un destino para civiles que buscaban comida.
Varias iniciativas sociales en El Fasher proporcionan ayuda alimentaria a los residentes que quedan en la ciudad debido al asedio impuesto por las RSF después de más de dos meses, lo que ha impedido que alimentos y medicinas lleguen a la población.
A los ataques de ambas partes del conflicto, se suman enfrentamientos de carácter étnico. Al menos once personas han muerto y un gran número de ganado ha sido saqueado en el estado de Darfur Norte. El mencionado diario ha indicado que las milicias que cometen este tipo de violaciones están apoyadas por las RSF.
Este mismo lunes, el Ejército y las RSF han intercambiado acusaciones en torno a la destrucción de uno de los puentes de la capital, Jartum. El Mando General de las Fuerzas Armadas ha indicado que «en continuación de los ataques sistemáticos contra las capacidades nacionales, la milicia terrorista ha destruido gran parte de la zona oriental del puente de Halfaya, provocando daños a la estructura de cemento». Mientras, las RSF han hablado de «un sabotaje terrorista» y ha pedido a la comunidad internacional que «vigilen y documenten estos crímenes, que constituyen crímenes de guerra».
La UE pide un alto el fuego
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha subrayado este lunes la necesidad de un alto el fuego «urgente» en Sudán por el riesgo de hambruna causado por la guerra civil desatada en abril de 2023 entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que ha dejado miles de muertos y más de diez millones de desplazados.
El jefe de la diplomacia europea ha reaccionado calificando de «impactante» el último informe de Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), que reveló la semana pasada que Sudán hace frente a sus peores niveles de inseguridad alimentaria aguda registrados hasta la fecha, con riesgo de hambruna en cinco localidades y nueve campamentos de desplazados y refugiados. «Todo esto está provocado por el hombre: el hambre, la obstrucción de la ayuda y el saqueo se utilizan como armas de guerra. Esto debe terminar. Sudán necesita un alto el fuego urgente«, ha manifestado Borell a través de su perfil en la red social X.
La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración de las paramilitares RSF -ahora declaradas como una organización terrorista– en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento definitivo de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.