‘No son suicidios, son asesinatos’. Bajo esta proclama, centenares de personas se han concentrado este martes por la tarde en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para clamar por el suicidio de dos hermanas, el pasado lunes, a pocas horas de que se ejecutara su desahucio por impago del alquiler de su vivienda en la calle de Navas de Tolosa, en Sant Andreu. La manifestación la ha convocado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que a través de un manifiesto ha lamentado que lo sucedido «no es una crisis, sino el resultado de un sistema vendido a la especulación y la mercantilización de la vivienda».
Los concentrados han denunciado un «sistema criminal» que «provoca desesperación» a las familias que sufren una orden de desahucio», según ha resumido a la ACN Juanjo Ramón, portavoz de la PAH. Los activistas han exigido a la Administración «medidas para cambiar este drama estructural» y han censurado que Catalunya siga siendo el territorio con más lanzamientos (calculan que 32 al día) a pesar de disponer «de la ley más garantista de Europa«
«Se sentían solas»
Delia Cerare, también portavoz de la PAH en Bacelona, ha reclamado una labor «conjunta» de las administraciones y las entidades sociales para evitar situaciones como estas. Mientras, algunos activistas encendían velas en recuerdo de las dos hermanas muertas. Tenían 54 y 64 años. Cerare ha explicado que ambas mujeres estaban «en una situación emocional muy vulnerable» porque habían perdido a la madre hacía poco y «se sentían muy solas«. Por eso ha hecho un llamamiento a que familias que puedan estar en esta situación «no pasen el proceso solas«.
Por su parte, Enric Aragonès, portavoz del Sindicato de Alquiladoras, ha considerado que la muerte de las dos hermanas es «la imagen más cruda de una realidad muy dolorosa y extendida en el país» que tiene que ver, a su juicio, «con la falta de garantía del derecho a la vivienda». Aragonés ha denunciado que la situación ha sido generada por las «políticas de vivienda que hemos tenido hasta ahora», que según ha dicho no se han destinado a asegurar el derecho a la vivienda «sino el negocio de especuladores y rentistas».
Derecho a la vivienda
La muerte de las dos hermanas, añadió, es «la punta del iceberg de una realidad más extendida a la que no se está poniendo remedio», porque «no se puede intentar casar los intereses y garantizar al mismo tiempo el negocio de los quienes hacen beneficio con la vivienda y el derecho a la vivienda de la población«, ha remachado.