Malas noticias para Nvidia. El fabricante estadounidense de semiconductores estaría siendo investigado en Francia por presunta violación de las leyes antimonopolio, lo que podría al país vecino en el primero en presentar este tipo de demanda contra la compañía de moda en el mercado.

Según informa en exclusiva la agencia ‘Reuters’, el pliego de cargos se produciría tras las redadas realizadas en septiembre del año pasado en el sector de las tarjetas gráficas, que habrían sido dirigidas contra Nvidia. Estas redadas fueron el resultado de una investigación más amplia sobre la computación en nube.

Entonces, la Autoridad de Competencia francesa (ADLC) aseguró que la intervención «no prejuzga evidentemente la culpabilidad de la empresa afectada por las prácticas alegadas» y que «solo una investigación en cuanto al fondo permitirá, en su caso, determinar». No obstante, a pocos se les escapó que el creciente papel de Nvidia en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) estaba atrayendo las miradas de los reguladores mundiales.

En este sentido, la compañía no solo ha reconocido que Francia y otras firmas están estudiando sus prácticas empresariales, sino también otros países como Estados Unidos, China, Reino Unido y la propia Unión Europea (UE). «Nuestra posición en los mercados relacionados con la IA ha provocado un mayor interés en nuestro negocio por parte de los reguladores de todo el mundo«, aseguró la compañía en un comunicado remitido a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

De acuerdo con esta información, es poco probable que la Comisión Europea amplíe su examen preliminar por ahora, ya que las autoridades francesas están investigando a Nvidia. Según ‘Bloomberg’, la Comisión Europea (CE), el brazo ejecutivo de la UE, ha estado recabando opiniones sobre si la firma estadounidense podría haber infringido las leyes antimonopolio comunitarias, pero todavía no habría lanzado una investigación formal sobre dichas prácticas presuntamente anticompetitivas.

En un informe publicado el pasado viernes, la ADLC señalaba que había riesgo de abuso por parte de los proveedores de chips y semiconductores en el desarrollo de la inteligencia artificial generativa (IAG). Entre los problemas indenfiticados, el organismo galo de Competencia citaba la fijación de precios, restricciones de la producción, condiciones contractuales injustas y comportamientos discriminatorios.

«También se expresó preocupación por la dependencia del sector del software de programación de chips CUDA de Nvidia, el único 100% compatible con las unidades de procesamiento gráfico (GPU, por sus siglas en inglés) que se han convertido en esenciales para la computación acelerada. Los recientes anuncios de inversiones de Nvidia en proveedores de servicios en la nube centrados en la IA, como CoreWeave, también suscitan inquietud», explica la ADLC en dicho informe.

Las multas por infringir la legislación antimonopolio francesa pueden alcanzar el 10% de los ingresos anuales globales de una empresa. No obstante, las compañías pueden acordar ciertas concesiones para eludir las multas derivadas de estas investigaciones.

Sea como fuere, lo cierto es que este tipo de procesos serán cada vez más comunes en Nvidia. A principios de junio, distintos medios estadounidenses publicaban que la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) de EEUU habían llegado a un acuerdo para abrir investigaciones a Nvidia, Microsoft y OpenAI por presunta violación de las leyes antimonopolio en el país norteamericano.

La compañía californiana se ha convertido en la principal beneficiada del ‘boom’ de la IA, ya que sus chips son los más demandados por los operadores de centros de datos para el desarrollo de esta tecnología. De hecho, el negocio de centros de datos continúa siendo el motor de la compañía: en el primer trimestre, los ingresos de esta rama aumentaron hasta los 22.563 millones de dólares, una cifra cinco veces superior a la del mismo período del año anterior y que representa el 87% de las ventas totales de la compañía que dirige ‘Jensen’ Huang.

«Una industria que arrasa en el mundo naturalmente atraerá atención, buena y mala. Con claros ganadores en el espacio de la IA, las autoridades querrán garantizar que haya una competencia leal. Por lo tanto, los inversores tendrán que considerar la perspectiva de una regulación más estricta y su impacto potencial cuando paguen valoraciones elevadas por muchas empresas líderes en la industria, incluso si tienen efectivo más que suficiente en sus balances para financiar cualquier multa», explicó el mes pasado Dan Coatsworth, analista de inversiones de AJ Bell.

De su lado, los empleados de OpenAI reconocían en una carta abierta que el rápido avance de la IA entrañaba «graves riesgos» como «el afianzamiento de las desigualdades existentes, pasando por la manipulación y la desinformación, hasta la pérdida de control de los sistemas autónomos de IA que podrían provocar la extinción humana». «Las propias empresas de IA han reconocido estos riesgos, al igual que los gobiernos de todo el mundo y otros expertos en IA», afirmaron.

En noviembre, el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, aseveró que el dominio de Nvidia estaba provocando «crecientes desigualdades» entre países y ahogando la competencia leal. «Si se quiere tener una competencia leal, es necesario que haya muchas empresas privadas y no que una sola empresa tenga la posibilidad de vender todos los dispositivos», agregó Le Maire, quien destacó que el 92% de las GPU del mundo eran de Nvidia.

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