Parece mentira pero, a día de hoy, una de las células esenciales para que florezca la vida sigue siendo una gran desconocida para la ciencia. La investigadora Elvan Böke, del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, ha dedicado su carrera a estudiar los ovocitos y, gracias a ello, ha logrado avances clave para entender cómo funcionan, cómo podríamos retrasar su envejecimiento y cómo podríamos alargar su vida para ayudar a las mujeres con problemas de fertilidad. Su trabajo ha sido reconocido con el XIX Premio a la Investigación Biomédica de la Fundación Banco Sabadell. «Se trata de unos premios que no solo buscan poner en valor el trabajo de los jóvenes investigadores que trabajan en España sino que, además, también pretende destacar el potencial de estos trabajos para abordar problemas que preocupan a la gente y al planeta», ha explicado Josep Oliu, presidente de la entidad, durante el anuncio de los premiados de este año. 

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