Cristiano Ronaldo (39) vivió una noche extraña en Frankfurt. La selección de Portugal consiguió el pase a cuartos de final, pero su capitán se fue del campo con un sabor agridulce. Incluso lloró. Lo intentó de todas las maneras posibles y estuvo muy cerca del gol, convirtiendo a Jan Oblak héroe del partido por muchos momentos. El esloveno le paró un penalti en la prórroga y le desesperó. 

En la tanda de penaltis asumió la responsabilidad del primer lanzamiento, convirtió y se liberó con las paradas de Diogo Costa. 

Tras el gol se dirigió a la tribuna de Portugal y pidió perdón. «Tristeza inicial y alegría al final, eso es lo que te da el fútbol. Son momentos inexplicables. Tuve la oportunidad de poner por delante a la selección y no lo conseguí. Oblak hizo una buena parada. Tengo que revisar el penalti, no sé si tiré bien o mal, durante el año no fallé ni una vez y en el momento que más lo necesitaba, Oblak paró. Lo más importante es disfrutar de la clasificación, el equipo hizo un trabajo extraordinario, luchamos hasta el final y si analizas bien el partido, Portugal lo mereció porque tuvo más ocasiones. Eslovenia defendió casi todo el encuentro. Hay que felicitar al equipo, especialmente al portero, que hizo tres paradas muy buenas», declaró a RTP.

«Los que fracasan son también los que lo intentan. Obviamente es frustrante cuando no marcamos. Pero ya lo he olvidado, porque el resultado final fue positivo y eso es lo más importante. A veces es difícil marcar de penalti, pero este año he perdido dos veces en los penaltis, hoy he ganado, el fútbol a veces tiene que ser justo y hoy lo ha sido», continuó.

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Sobre el duelo en cuartos, dijo: «Ahora vamos a tener un partido difícil contra Francia, que es una de las favoritas para ganar. Pero vamos a dar guerra, el equipo está bien y yo siempre voy a dar lo mejor de mí con esta camiseta. He fallado el penalti, pero quería ser el primero en marcar, porque hay que asumir la responsabilidad. Nunca he tenido miedo de afrontar las cosas habituales»



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Portugal – Eslovenia, las fotografías del partido

Stu Forster / Getty


«Sin duda es mi última Eurocopa. Pero no me conmueve eso, me conmueve todo lo que conlleva el fútbol. El entusiasmo que tengo por el juego, la emoción de ver a mis seguidores, a mi familia, el cariño que me tiene la gente. No es porque deje el fútbol, porque si lo hago, ¿qué me queda por hacer o ganar más? No se va a reducir a un punto más o un punto menos. Hacer feliz a la gente es lo que más me motiva», concluyó.



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