A ETA se le sigue ensalzando en Euskadi y Navarra. Ya no lo hace con actos como los ‘ongi etorri’ a los presos de la banda a su salida de prisión pero sí con marchas y actos públicos en los que se honra a sus miembros. Sólo en los seis primeros meses de este año el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) ha documentado hasta 188 actos de apoyo a ETA. A través del Observatorio de la Radicalización se ha logrado registrar homenajes, manifestaciones, pintadas y pancartas en apoyo a los miembros de la organización terrorista.

El balance de este primer semestre del año supone un leve descenso del 15% en el número de actos documentados, si bien desde Covite se recuerda que «la exaltación pública de ETA a través de estos actos sigue muy presente en las calles de Euskadi y Navarra». Hace ya dos años que no se registra ningún acto público de bienvenida u ‘ongi etorri’ a un preso de ETA. El último data de marzo de 2022. Un hecho que el colectivo califica de muy buena noticia al ser el tipo de acto «más humillante» para las víctimas del terrorismo.

Sin embargo, la «exaltación pública» de ETA y sus presos en la sociedad vasca y navarra en multitud de actos sigue especialmente presente. De enero a junio de este año el Observatorio de la Radicalización ha registrado 67 actos en Gipuzkoa, 65 en Bizkaia, 24 en Navarra, 13 en Alava, 9 en otras provincias españolas y una decena en el extranjero, fundamentalmente en el País Vasco francés.

Homenajes a etarras

Por el tipo de actos documentados destacan las pintadas y pancartas de apoyo a ETA, con 60 casos registrados. Además, se han producido 58 manifestaciones de apoyo a los presos de la banda terrorista y en los que se ha reclamado su excarcelación. A ellos se suman 15 homenajes públicos a etarras fallecidos, 34 fiestas populares para enaltecer a los presos, dos a presos encarcelados y una veintena de actos encuadrados en la categoría de ‘otros’.

«Exhibir públicamente carteles con fotografías de los asesinos de nuestros familiares y hacerlo además con jactancia y orgullo, o llamarles ‘presos políticos’, supone un ataque a las bases éticas más elementales sobre las que se debe construir una sociedad digna y democrática», asegura Covite en una nota. La organización denuncia que existe una actitud de «pasividad total, cuando no de complicidad» en una parte de la sociedad y de las instituciones ante este tipo de actos. Pone como ejemplo lo ocurrido durante la celebración de la carrera de apoyo al euskera, la ‘Korrika’ en la que durante numerosos tramos de la carrera se exhibieron imágenes de presos de ETA e inckluso algunos de los exmiemrbos de la banda terrorista participaron de la misma.

Covite recuerda que la ley vasca de reconocimiento y reparación a las víctimas del terrorismo obliga a las instituciones públicas a «prevenir los actos que ensalcen el terrorismo o humillen a las víctimas pero sin embargo su actuación «no se rige por los principios de esta ley».

Pasividad institucional

Recuerda que recientemente se aprobó la ley vasca de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi que contempla un régimen sancionador para quienes hagan una exhibición pública de elementos o menciones en conmemoración, exaltación o enaltecimiento individual o colectivo del golpe de estado de 1936 o del Franquismo. El Colectivo de víctimas reclama «exactamente lo mismo para los actos de exhibición pública de apoyo y legitimación del terrorismo de ETA».

Por último, acusa a Sortu de estar detrás de la organización de la mayoría de estos actos de «legitimación pública de ETA y de sus terroristas»: «Son quienes más contribuyen a la radicalización violenta de una parte de la sociedad vasca. Centenares de jóvenes están creciendo con las ideas de que los crímenes de ETA no fueron actos terroristas». Más aún, aseguran que reclamar la excarcelación de los presos de ETA que están en prisión puede ser legal pero refleja «un claro síntoma de anormalidad moral».

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