La escalada está de moda y su presencia y éxito en los Juegos Olímpicos explica que este boom es en todo el mundo, no sólo en España, donde el oro de Alberto Ginés apretó el botón del acelerador y desde ese verano de Tokio en 2021, muchos adolescentes comenzaron a practicar este deporte en nuestro país. No obstante, su auge ha sido posible gracias a otro motivo fundamental: la gran evolución en materia de seguridad que ha posibilitado transformar un deporte de riesgo en uno de masas.
Para hacer posible que subirse a un bloque sea algo apto a todos los públicos han debido de pasar más de 100 años, cuando en Francia intrépidos aventureros comenzaron a entrenar en los bosques de Fontainebleau -cerca de París-. Allí, sin saberlo, se ‘inventó’ la escalada en boulder con la pericia de no caer al suelo mientras trataban de resolver problemas en la roca. En los 80 llegaron los primeros crashpads para amortiguar posibles caídas y ello fue un reclamo para animar a más público a practicar esta disciplina en bloque.
Casi 40 años después de esos primeros crashpads, la evolución del boulder -unido a las necesidades y exigencias de los escaladores- han provocado una profunda especialización de este componente en el que el escalador deposita su confianza y su salud. Es clave que un crashpad responda siempre como un escalador espera, ya tenga un uso o centenares de usos. De ahí que su durabilidad y calidad de los materiales sea de vital importancia.
España cuenta con uno de los mejores especialistas en este sector de los crashpads y son tan conscientes del compromiso que adquieren que todo su proceso de fabricación es artesanal. “Tenemos más callos de coser que de escalar ya que confeccionamos a mano todos los productos que os ofrecemos. Uno a uno”, dicen desde Mushroompads.
Mushroompads nace de la pasión de tres madrileños por reinventar y mejorar productos de escalada, en este caso del boulder, aplicando la excelencia en cada uno de los materiales que forman un crashpad para lograr la máxima calidad y durabilidad de todas sus colchonetas.
Materiales de los crashpads de Mushroompads
- Telas: llevan más de una década utilizando la marca Cordura, y a éstos les considera gran parte responsables de esa eterna durabilidad de sus colchonetas y accesorios.
- Cubierta: la cubierta -así como todo el pad- es de cordura balística de 1000 hilos, con doble resinado interior y un tratamiento hidrófugo en el exterior.
- Refuerzos: 1680 deniers más kevlar con aramida lo convierte en el material más duro del mundo preparado para aguantar infinidad de roces.
- Anclajes de Duraluminio, que es la combinación más ligera a la par que duradera para todos los puntos de anclaje.
- Espumas: el corazón del crashpad de célula abierta tiene una dureza precisa para una durabilidad demostrada y que cumple con las normativas REACH-OEKOTEX. El de célula cerrada tiene dos densidades y materiales distintos para una mejor absorción y disipación de la caída.
- FR: Full recovery, usada en hombreras y parte trasera de las mochilas.
El profundo conocimiento de Mushroompads del terreno en el que pisan les ha llevado a ofrecer siete tipos de colchonetas diferentes, según las necesidades de cada escalador, aunque todas coinciden en la máxima calidad y durabilidad.
Magnesio sostenible y de máximo secado
Como especialistas en la escalada en bloque, y recogiendo el guante del estadounidense John Gill en los sesenta, -quien introdujo el magnesio de la gimnasia deportiva en la escalada-, desde Mushroompads han elevado la calidad de la elaboración de un magnesio propio, artesano, ‘made in Spain’ y cuyo proceso se realiza kilo a kilo.
El magnesio es el único elemento que separa -o une- según se mire, nuestras manos de la roca, por lo que es clave que aporte agarre y confianza en cualquier tipo de situación. Su magnesio es de procedencia salina, cuyos ingredientes son carbonato de magnesio, óxido de magnesio y agua. Es la fórmula que llevan utilizando 11 años porque simplemente es la que mejor resultado ha dado y porque les permite seguir siendo sostenibles.
Permite el mejor secado para las yemas y mayor sensación de agarre al tiempo que cuida tu piel ya que no contiene resinas ni agentes secantes. Es completamente soluble, por lo que el impacto sobre la roca desaparece con la primera lluvia (en caso de usar magnesio con colofonia o cualquier otra resina, una vez que cristaliza se queda adherida a la roca).
Al igual que su variedad en crashpads, en magnesio también ofrecen la posibilidad de llevarlo en tus manos de manera líquida o en polvo. Mushroompads ofrece múltiples vías para resolver de la mejor forma la cuestión de la seguridad en el boulder.