Tras pasar tres años en prisión provisional acusado de extorsión y estafa, delitos de los que ha sido absuelto recientemente por el Tribunal Supremo, el abogado malagueño y presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda, ha iniciado una nueva vida en el pueblo zamorano de Villamayor de Campos, al que le unen vínculos familiares y sentimentales y por el que siente un «profundo afecto», por el cariño con el que sus vecinos arroparon a su mujer y a su familia durante su estancia en la cárcel.
Pineda creó Ausbanc en 1986, una asociación especializada en la defensa jurídica de los clientes de servicios bancarios. En abril de 2016 la Audiencia Nacional decretó su ingreso en prisión, junto a Miguel Bernard, líder de Manos Limpias, tras ser acusados de haber incurrido en delitos de extorsión y estafa. Pineda permaneció en prisión durante tres años y el pasado mes de marzo el Tribunal Supremo acordó su absolución tras considerar que las «presiones» que empleaban en los procedimientos judiciales, llegando a ofrecer la retirada de la acusación a cambio de la prestación de algún tipo de servicio, no colmaban los requisitos del delito de extorsión. Sobre el delito de estafa, el fallo judicial apuntaba que no había sido posible identificar en qué consistió el engaño que se le atribuía. Tras abandonar la prisión en 2019, Pineda prolongó sus estancias en Villamayor de Campos, el pequeño pueblo zamorano en el que nació su mujer, María Teresa Cuadrado, en el que ahora ha fijado su residencia, aunque mantiene una casa en Madrid y viaja con asiduidad a su tierra, Málaga, en la que siempre ha celebrado sus cumpleaños, «salvo los tres que me arrebataron».
Villamayor de Campos se ha convertido en el refugio y en el «lugar de descanso» para Pineda, un pueblo con el que se siente «en deuda» por las afectuosas muestras de cariño dispensadas a su esposa y a su familia en una turbia etapa de su vida de la que ya cada día intenta pasar página. Por este motivo, no duda al afirmar que también se siente «comprometido» con una tierra que pertenece a la «mal llamada España Vaciada» y por la que trabajará para poner en valor sus infinitas posibilidades.
«Tierra de Campos es una comarca muy especial», de la que Pineda destaca su paisaje o su propio «mar» conformado por el trigo y la cebada, cultivos que, cuando alcanzan una determinada altura, sus espigas son movidas por el viento formando «olas y remolinos de una belleza extraordinaria». En esta nueva etapa en el pueblo zamorano y sin perder el «sentido de la realidad», el abogado se ha propuesto explorar también el de la «posibilidad». Así, a partir de su «enamoramiento» de Tierra de Campos ha procedido a la apertura de un hotel rural en Villamayor de Campos, «La Casa del Trotamundos», que define como una «burbuja» dentro del pueblo y del que destaca sus rasgos castellanos, que se aprecian especialmente en el patio porque era la antigua cuadra de caballos, y el «tono andaluz de la Costa del Sol» presente en su iluminación o en el estilo de las mesas.
Una de las peculiaridades del hotel rural es que cada habitación está decorada con adornos reales de diferentes partes del mundo que Pineda adquirió en los viajes realizados con su mujer, aunque también destacó el patio del establecimiento que «tiene vida propia» y en el que durante el verano se celebrará eventos culturales y musicales, que contribuirán a dinamizar la actividad del pueblo.
Al margen del hotel rural, Pineda trabaja en otras ideas que quiere poner en marcha para contribuir al desarrollo de la comarca. La primera se basa en que en Tierra de Campos nació Juan Ponce de León, un conquistador español que fue el primer gobernador de Puerto Rico y que descubrió Florida. Pineda consiguió hace años que el alcalde de Miami, Tomás Regalado, se desplazará a Santervás de Campos, localidad vallisoletana en la que nació Ponce de León, y que posteriormente conociera el encanto de Villamayor de Campos. Por su profundo conocimiento de Florida, Pineda se mostró convencido de que a sus habitantes «no les llamarían la atención las playas de España», pero «sí amarían con pasión una catedral, una ermita, un castillo o una bodega, además de apreciar un paseo por calles de ciudades como Zamora, León o Palencia».
Raíces
Por este motivo, se ha propuesto convertir Tierra de Campos en un destino turístico preferente para aquellos «floridianos» que quieran conocer el origen de sus raíces y disfrutar de sus innumerables encantos. Otra idea que tratará de poner en marcha es poner en valor el primer Voto a la Inmaculada Concepción, que el 1 de noviembre de 1466 suscribieron trece pueblos de Tierra de Campos en Zamora y que cuatro siglos después, el 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX proclamó como Dogma de Fe. Reconoció Pineda que, durante su estancia en la cárcel, además de meditar, se planteó «las grandes preguntas del ser humano» y, aunque confiesa que cree en Dios, llegó a la conclusión de que «España es Mariana» y que siente una especial devoción por la Virgen María.
A partir de esta reflexión, Pineda destaca la especial relevancia del conocido como «Voto de Villalpando» que, en su opinión, «puede reunir a millones de personas», ya que se trata de un acontecimiento histórico de «la ecuménica cristiandad, en el que hombres y mujeres prometieron dar su vida, su sangre y sus bienes por esa verdad de la Inmaculada Concepción, que María nació sin pecado». En torno a este acontecimiento propone «construir un andamiaje de poesía, canciones, rezo, sentimiento o literatura» hasta alcanzar una dimensión que, incluso, podría superar a otros eventos consolidados como «Las Edades del Hombre».
Pineda tiene claro que es necesario aprovechar las oportunidades que brinda el medio rural y para conseguirlo es preciso que «los pueblos no se den la espalda unos a otros» y, sobre todo, que recobren la ilusión y la ambición. Para conseguirlo también es necesario plantar cara a un problema como el de la despoblación del medio rural, para el que propone organizar una «Feria del trabajo» en Madrid en la que personas que «malviven» en la capital de España puedan conocer cómo mejorar su calidad de vida en «una tierra en la que hacen falta manos y brazos»y en la que pueden encontrar muchas oportunidades.
Pineda ya ha puesto en marcha la «maquinaria» para desarrollar esas ideas que rondan en su cabeza y con las que pretende contribuir al desarrollo de una tierra, Zamora, de la que se siente un vecino más y que se convirtió en su refugio y en el de su familia cuando tuvo que enfrentarse a la privación de libertad y en la que ahora quiere «volver a empezar».