Cruz Roja ha presentado este lunes en Madrid un estudio detallado de la precariedad energética que padecen muchas de las familias españolas a las que atiende. Con datos «alarmantes», admite la organización que habla de una pobreza estacional, la del verano. «No usamos aire acondicionado, con el ventilador nos apañamos», dice Montserrat, de Tenerife en uno de los testimonios que recoge la entidad sobre familias que viven al límite -sin un mínimo confort climático- y, además, no han podido costear los viajes de fin de curso de sus hijos y, por supuesto, no se pueden permitir ni un fin de semana de vacaciones.

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