‘Barça o Barzakh’ es el lema senegalés que pronuncian las personas migrantes antes de emprender su viaje en patera hacia España. La frase —’Barcelona o muerte‘ en castellano— acompañaba a las 6.618 personas que perdieron la vida en este trayecto en 2023, según los datos de la ONG Caminando Fronteras, que terminó por convertir al mar Mediterráneo en la fosa común más grande del continente europeo. Llegar a la Europa prometida o morir en el intento.

Ahora, la marca de moda social del Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona, Top Manta, ha puesto a la venta dos camisetas que beben de los códigos estéticos blaugranas del Fútbol Club Barcelona. Convirtiendo el deporte en un movimiento social, la marca busca sensibilizar a la población sobre la migración forzada, con un producto-denuncia hacia las «criminales políticas de fronteras de la Unión Europea».

Las camisetas, una azulgrana y la otra negra y gris, se apropian del escudo del Barça para incluir, en su interior, el icono de un puño en alto que simboliza la lucha y la resistencia migrante. La frase ‘Barça o Barzakh’ se transforma en un lema político que el diseño textil pone en primera instancia, ocupando la totalidad de ambas prendas.

Así, la firma solidaria pretende recordar las vidas de los fallecidos en el trayecto desde Senegal hacia Europa a bordo de cayucos pesqueros. Cayucos que antes utilizaban para dedicarse a la pesca en su país pero que, tras las políticas europeas de pesca, resulta una labor imposible de realizar.

Al igual que otros productos de Top Manta, ambas camisetas se han producido a mano con algodón reciclado en el taller de costura y serigrafía de la marca, formado por personas en riesgo de exclusión que habían sido personas en situación irregular en España. Todos los beneficios de esta iniciativa estarán destinados a mejorar las condiciones de vida del colectivo Top Manta.

‘Barça o Barzakh’

Hace 45 años se firmó el primero de varios acuerdos entre Senegal y la Unión Europea, conocidos como los «Acuerdos de pesca sostenible«. Estos convenios permiten la pesca de hasta 14.000 toneladas de pescado en grandes buques pesqueros que, además de destrozar el fondo marino, dejan a los pequeños pescadores senegaleses y a toda su comunidad sin su fuente de alimentación principal.

En 2021, el Observatorio Senegalés de las Migraciones publicó una investigación esclareciendo que, de las 1.197 personas identificadas que trataban de llegar a España, un 66% habían sido pescadores antes de tomar la decisión de emprender el viaje hacia Europa. Los visados para viajar desde África Occidental a la Unión Europea son un privilegio que muy pocos senegaleses pueden permitirse. Así, bajo el grito de ‘Barça o Barzakh’, miles de personas se lanzan al mar cada año buscando una nueva vida. Una nueva oportunidad para sobrevivir.

La marca ha señalado en un comunicado que la política europea de control de visados está enmarcada en la política del control fronterizo y que, en los últimos años, la Unión Europea ha pagado más de 4.000 millones de euros a países terceros para que eviten la llegada de personas migrantes a Europa.

En España, muchas de las personas que logran no ser devueltas a sus países nada más pisar territorio europeo son internas en Centros de Internamientos de Extranjeros y, las que finalmente logran quedar en libertad, encuentran un muro infranqueable de pobreza y exclusión social provocado por la Ley de Extranjería, que «fija un plazo mínimo de tres años en territorio español antes de poder acceder a un permiso de trabajo y de residencia». La manta ambulante es, entonces, la única alternativa que encuentran muchos senegaleses para sobrevivir mientras esperan poder acceder a estos permisos.

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