José Ignacio tiene un piso de 102 metros cuadrados y 4 habitaciones. Pero él vivía en la casa de su pareja. Y por eso decidió alquilarle su piso a la hija de unos conocidos. Sus vecinos de arriba. Hasta ahí todo bien.

Hasta que José Ignacio, se separa. Deja la relación que mantenía en aquel momento, y avisa a su inquilina de que en dos meses quiere recuperar su piso.

Y ahí llega el problema: le dice que no se va. Y empieza también el calvario, porque desde el mes de enero, José Ignacio, se ha visto obligado a hacer vida en su furgoneta por culpa de su «inquiokupa», que así se califican este tipo de personas.

Durante estos últimos meses, José Ignacio se ha visto obligado a vivir en una furgoneta y, esto, ha cambiado totalmente su forma de vida y sus rutinas. Pero, ¿cómo es negociar con una persona que vive en tu casa? José Antonio reconoce que «cuando ves que te están tomando el pelo, llega un momento en que te das cuenta de que no merece la pena razonar«. Ahí fue cuando optó por poner esta situación en manos de la justicia.

Lamenta que incluso recibe amenazas de los padres de ella, que precisamente, viven en la planta superior, en un piso de 4 habitaciones, con lo que recuerda «tiene fácil solución habitacional«.

Tras medio año viviendo en la calle, debido a esta situación. ¿Se puede vivir en una furgoneta? José Ignacio ha tenido que reinventar su furgoneta con placas solares para poder tener electricidad. Para situaciones básicas como tener una nevera fría que mantenga su comida o poder ver la TV, … hábitos diarios que realizaríamos todos en nuestro hogar. En Valencia, a día de hoy ya se superan los 25º diarios. Cambios de temperatura, en invierno y en verano, que no son fáciles de sobrellevar en esa situación.



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