El Ejército israelí ha liberado este lunes a Mohamed Abu Salmeya, director del hospital Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, tras pasar siete meses detenido.

Salmeya volvió a Gaza junto a al menos otros 50 detenidos palestinos, según informa Efe, y en vídeos difundidos en redes sociales se le puede ver en buen estado siendo recibido por sus allegados a su vuelta a la Franja.

Junto a él también fue liberado el cirujano del centro Issam Abu Ajwa, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.

«El Ministerio de Sanidad palestino destaca la importancia de liberar a los restantes detenidos de los equipos de salud y pide a la comunidad internacional que presione a la ocupación para que ponga fin a sus prácticas brutales contra los prisioneros», recogió el comunicado del ministerio.

El que fuera director del mayor hospital de Gaza fue detenido el pasado 23 de noviembre para ser interrogado por las «actividades terroristas» de la organización islamista Hamás en la clínica, tras el hallazgo de uno de sus túneles bajo el centro.

«El director del hospital Al Shifa en la Franja de Gaza fue detenido y transferido para ser interrogado por el servicio de inteligencia interior (Shin Bet) de acuerdo con evidencias que demuestran que el hospital Al Shifa, bajo su dirección, servía como centro de mando y control de Hamás», informó la portavocía hace siete meses.

El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, denunció en la red social X la liberación de Salmeya y el resto de presos como una «negligencia de seguridad».

«Ha llegado el momento de que el primer ministro impida que Gallant (el ministro de Defensa) y el jefe del Shin Bet lleven a cabo una política independiente contraria a la posición del Gabinete y del Gobierno», escribió.

Ben Gvir busca un endurecimiento del trato contra los presos y en 2023 ya propuso una ley de pena de muerte solo para palestinos que fue aprobada en primera lectura dos meses después, si bien aún tiene que recibir luz verde de la Knéset (Parlamento).

«Se deberían disparar balas a la cabeza de los prisioneros, en lugar de darles más comida», pedía ayer el ministro en un vídeo que se hizo viral.

Otro de los liberados, Faraj Al Samuni, declaró a la agencia palestina de noticias Wafa que los detenidos sufren condiciones y circunstancias «insoportables», desde torturas hasta la difusión de enfermedades.

Según el abogado Khaled Mahajneh, que visitó a un detenido en la prisión de Sde Teman, en el Néguez (en el sur de Israel), conocida por el duro trato al que son sometidos los prisioneros, los palestinos llegan a permanecer encadenados y con los ojos vendados hasta 24 horas.

El pasado 21 de junio, Hamás llamó a la comunidad internacional a investigar los casos de abusos en centros israelíes, que han denunciado numerosos grupos pro derechos humanos.

Por su parte, el Club de Prisioneros Palestinos denunció el domingo en un comunicado «el sufrimiento de los detenidos heridos en las cárceles», recogiendo que algunos llegaron a ser sometidos a amputaciones y otros tipos de operaciones quirúrgicas sin anestesia. 



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