Alberto Núñez Feijóo tropieza en un nuevo intento de desacreditar a Pedro Sánchez. Después de llegar a un acuerdo para renovar el Poder Judicial, el presidente del Partido Popular habla con los medios para colgarse a sí mismo medallas. Feijóo acusa al presidente del Gobierno de tener «tics autoritarios«, y usa la amnistía para atacar a un Sánchez del que pide la dimisión por la investigación a su mujer, Begoña Gómez. El popular se ha puesto de ejemplo, sin darse cuenta de que su acusación se le podía volver en contra.


Preguntado por la declaración de Begoña Gómez en un juzgado de Madrid este viernes, acusada de corrupción y tráfico de influencias, Feijóo responde a El Confidencial que lo considera un motivo suficiente como para que Pedro Sánchez dimita. El popular aseguraba que «es incompatible» desde el punto de vista ético presidir un Gobierno con tener un familiar sentado en el banquillo. Feijóo es tajante: «Si mi pareja o mi hermano estuviesen sentados en un banquillo, por supuesto que habría presentado mi dimisión. Lo ha hecho su colega portugués, y por mucho menos».

Feijóo parece hablar de Ayuso: «Si mi pareja o mi hermano estuviesen sentados en un banquillo…»

Feijóo se refiere a la dimisión de Antonio Costa como primer ministro de Portugal en 2023. Cabe destacar que el luso, entonces cabeza del Partido Socialista, fue investigado a título personal como presunto autor de delitos de tráfico de influencias, corrupción y prevaricación en negocios energéticos. No se trataba de una causa penal contra el entorno del presidente, como sí ocurre en el caso de Pedro Sánchez, o de Isabel Díaz Ayuso.

Y es que Feijóo quizás no se ha percatado de que, diciendo que dimitiría si una pareja o un hermano se sentara en el banquillo, no solo está atacando a Sánchez, si no que está insinuando también que la presidenta de la Comunidad de Madrid, debería renunciar al cargo. Alberto González Amador, novio de Ayuso, ha reconocido los tres delitos –dos de fraude fiscal y uno de falsedad documental– que le imputa la Fiscalía General del Estado. El empresario, además, presentó una querella contra Álvaro García Ortiz, titular del cargo, la cual ha pedido que se eleve al Tribunal Supremo.

El entorno de la dirigente madrileña ha dado que hablar por varios frentes. También Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta se ha visto salpicado por un escándalo de corrupción. ElPlural.com destapó en exclusiva que Sismédica S.L., la empresa propiedad de ambos hermanos, mantiene a día de hoy su sede social en un local que les fue embargado por impago a Bankinter. La deuda de más de 223.000 euros se suma a la investigación por el contrato millonario por el que Tomás Díaz Ayuso intermedió en una compra de mascarillas junto a una empresa propiedad de un amigo de la infancia de la presidenta, la cual se lucró con 1,5 millones de euros.

Imagen del registro de propiedades del juez Juan Carlos Peinado, con uno de sus dos DNI


Feijóo pide que Sánchez dimita, pero no habrá moción de censura

Atendiendo a las palabras del propio Feijóo, Isabel Díaz Ayuso tiene motivos de sobra para dimitir como presidenta de la Comunidad de Madrid, del mismo modo en que ambos se lo exigen a Sánchez. Nada más lejos de la realidad, pues la presidenta mantiene que no tiene ninguna implicación en los actos delictivos de su pareja, insistiendo en que se investigan por estar relacionado con ella. Curioso que esto coincida con la constante petición de que Sánchez dimita por la investigación a su mujer, que por el momento no se ha materializado en ninguna sentencia. Mención aparte a la ética de la que habla Feijóo, resulta curioso que aluda a una investigación dirigida por el juez Peinado, que tiene un chalé ilegal y dos DNI, como ha destapado este medio.

El presidente del PP pide que Sánchez se aparte del Gobierno, pero admite que «hoy por hoy» él no tiene la capacidad de forzarlo. Feijóo ha dicho que esperará para presentar una moción de censura, dejando en manos de los socios del Gobierno que dejen de apoyarlo: «Sánchez dice que agotará los tres años, pero es un presidente tutelado desde el primer instante y no es dueño de sus decisiones. Cuando cualquiera de sus cinco o seis socios quiera, Sánchez dejará de ser presidente».

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