La crisis climática ha dejado en evidencia la urgente necesidad de transformar nuestro modelo energético. Cada vez son más las empresas que reconocen la importancia de adoptar energías renovables como pilar fundamental para avanzar hacia un futuro sostenible. En este artículo, exploraremos cómo las compañías están liderando este cambio y los beneficios que conlleva, así como los desafíos que enfrentan en el camino.

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 María Velasco

23 mayo, 2024

El mundo se enfrenta a una realidad innegable: la dependencia de los combustibles fósiles ha desencadenado un alarmante aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero, acelerando el cambio climático a un ritmo sin precedentes. Ante este panorama, las empresas han cobrado conciencia de la urgencia por adoptar un enfoque más sostenible en su generación y consumo de energía. Durante la última década, la inversión en energías renovables ha experimentado un crecimiento exponencial, alcanzando la cifra de 1.1 billones de dólares en 2022. Este impulso refleja un cambio de mentalidad a nivel global, donde líderes empresariales, gobiernos y comunidades reconocen la necesidad imperiosa de reducir las emisiones de carbono y transitar hacia tecnologías limpias.

La transición energética, sin embargo, no es solo una respuesta a la crisis climática, sino también una oportunidad para transformar la economía y el estilo de vida. Al abrazar fuentes de energía renovable, las empresas pueden no solo mitigar los impactos del cambio climático, sino también impulsar la innovación, crear nuevos empleos y mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras.

Tecnologías Limpias en Acción

Energía solar: iluminando el camino hacia la sostenibilidad

La energía solar se ha consolidado como una de las principales fuentes de energía renovable a nivel mundial. En 2021, se instalaron más de 150 gigavatios de capacidad solar a nivel global, lo que representa un aumento del 31% respecto al año anterior. Este crecimiento exponencial se debe, en gran medida, a los avances tecnológicos que han mejorado la eficiencia de los paneles solares y reducido significativamente sus costos de producción.

Tecnologías como la fotovoltaica de película delgada han permitido la fabricación de paneles más ligeros y flexibles, ampliando sus aplicaciones en diversos entornos. Asimismo, los sistemas de seguimiento solar optimizan la captación de luz a lo largo del día, aumentando aún más la eficiencia de generación.

Energía eólica: transformando el viento en electricidad

Los parques eólicos se han consolidado como íconos de la generación de energía limpia y sostenible. A medida que la tecnología eólica ha evolucionado, los aerogeneradores se han vuelto más eficientes y potentes. En 2020, la capacidad eólica global instalada alcanzó los 743 gigavatios, demostrando la capacidad de esta fuente de energía para superar barreras tecnológicas y geográficas.

En un mundo donde los desafíos climáticos y energéticos son más apremiantes que nunca, la transición hacia las energías renovables se ha convertido en una necesidad imperante para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro habitable para las generaciones futuras.

Los diseños aerodinámicos avanzados y las mejoras en los procesos de fabricación han permitido a los aerogeneradores producir más electricidad incluso con vientos más bajos. Además, la instalación de turbinas en alta mar ha abierto nuevas oportunidades para aprovechar vientos más consistentes y fuertes, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones.

Almacenamiento de energía: superando la intermitencia renovable

Una de las principales limitaciones de las fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, es su intermitencia. La producción de electricidad depende de las condiciones climáticas y de luz solar, lo que puede generar fluctuaciones en la generación. Sin embargo, los avances en almacenamiento de energía están desempeñando un papel crucial para abordar este desafío.

Las empresas, como actores clave en esta transformación, están liderando el camino al adoptar tecnologías limpias y sostenibles que no solo reducen las emisiones de carbono, sino que también generan beneficios económicos, sociales y ambientales.

Las baterías de ion de litio se han convertido en protagonistas de la transición energética, al permitir el almacenamiento de energía generada durante los períodos de alta producción para su uso posterior. La capacidad de almacenamiento de baterías a nivel global se ha duplicado en 2022, alcanzando los 16 gigavatios-hora, abriendo la puerta a una mayor integración de las energías renovables en la red eléctrica y reduciendo la dependencia de fuentes no renovables.

Hidrógeno verde: la revolución energética en marcha

El hidrógeno verde, una tecnología emergente con el potencial de revolucionar la forma en que producimos y consumimos energía, está ganando terreno en la lucha contra los combustibles fósiles. A diferencia del hidrógeno gris, que se produce a partir de gas natural y emite grandes cantidades de CO2, el hidrógeno verde es completamente limpio y no tiene emisiones de carbono asociadas.

Este proceso de producción, que involucra la electrólisis del agua utilizando electricidad generada a partir de fuentes renovables, lo convierte en un recurso esencial para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como la industria pesada y el transporte marítimo y terrestre. Las inversiones en hidrógeno verde han aumentado un 40% en 2020, con países como Alemania, Australia y Japón liderando la adopción de esta tecnología.

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Beneficios para la sociedad y la economía

Empleo y crecimiento económico: forjando un futuro sostenible

La adopción de tecnologías limpias no solo es una respuesta crucial al cambio climático, sino que también tiene el poder de transformar las economías y generar empleo. Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), se espera que el empleo en el sector de energías renovables alcance los 42 millones de puestos de trabajo para 2050. Desde la instalación y mantenimiento de paneles solares hasta la fabricación de aerogeneradores y la gestión de sistemas de almacenamiento de energía, la transición hacia fuentes limpias está generando una amplia gama de oportunidades laborales. Además, la inversión en infraestructura sostenible y la investigación en tecnologías limpias estimulan el crecimiento económico y fomentan la innovación en una variedad de industrias.

Reducción de la contaminación: aire limpio para un futuro saludable

Uno de los beneficios más tangibles de la adopción de tecnologías limpias es la mejora de la calidad del aire y la salud de las personas. La quema de combustibles fósiles emite no solo CO2, sino también contaminantes del aire como dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, que contribuyen a la mala calidad del aire y problemas de salud respiratoria.

A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, es crucial que sigamos impulsando la innovación, fortaleciendo las políticas y fomentando la colaboración entre todos los sectores de la sociedad.

Al reemplazar estas fuentes de energía por alternativas renovables, se reduce drásticamente la emisión de contaminantes atmosféricos. Esto no solo ayuda a mitigar el cambio climático, sino que también tiene un impacto inmediato en la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire causa alrededor de 7 millones de muertes prematuras cada año, lo que subraya la importancia de la transición hacia energías limpias.

Independencia energética: liberándonos de los combustibles fósiles

La dependencia de los combustibles fósiles plantea riesgos para la seguridad energética y la estabilidad económica de los países. Las fluctuaciones en los precios del petróleo y el gas pueden tener un impacto significativo en la economía y la balanza comercial. Sin embargo, las fuentes de energía renovable ofrecen una solución para reducir la dependencia de la importación de combustibles fósiles.

Las fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, son inherentemente locales y están disponibles en abundancia en muchas regiones. Al aprovechar estas fuentes de manera inteligente, los países pueden diversificar sus fuentes de energía y aumentar su seguridad energética. Además, esto fomenta la inversión en infraestructura interna y el desarrollo de capacidades tecnológicas propias.

Desafíos y superación: hacia un futuro sostenible

A pesar del impulso significativo hacia las tecnologías limpias, persisten desafíos técnicos y financieros que deben abordarse para lograr una adopción masiva y exitosa. Uno de los obstáculos clave es la intermitencia de las fuentes renovables, como la solar y la eólica. La producción de energía depende de las condiciones climáticas y de luz solar, lo que puede resultar en fluctuaciones en la generación. Superar esta limitación requiere soluciones de almacenamiento de energía más eficientes y económicas.

El financiamiento también sigue siendo un factor determinante. Aunque los costos de las tecnologías limpias han disminuido significativamente, todavía se necesita una inversión considerable para infraestructura y desarrollo tecnológico. Los gobiernos, las empresas y las instituciones financieras deben colaborar para facilitar el acceso a financiamiento y fomentar la innovación en este espacio.

A pesar de estos desafíos, ejemplos de innovación y colaboración están iluminando el camino hacia un futuro sostenible. La creación de redes inteligentes de energía, que permiten una mejor gestión de la demanda y la generación, es un ejemplo de cómo la tecnología puede abordar la intermitencia. Asimismo, los avances en almacenamiento de baterías, como las baterías de estado sólido, tienen el potencial de resolver problemas de almacenamiento de energía a gran escala.

Juntos, podemos superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición energética, construyendo un mundo más limpio, equitativo y resiliente para las generaciones venideras.

La colaboración entre gobiernos, empresas y sociedad civil es esencial para superar estos desafíos. Los gobiernos pueden implementar políticas que fomenten la inversión en tecnologías limpias y establezcan estándares de emisiones más estrictos. Las empresas pueden desempeñar un papel al invertir en investigación y desarrollo y adoptar prácticas más sostenibles. La sociedad en general también tiene un papel importante al exigir un cambio hacia fuentes de energía más limpias y al tomar decisiones informadas sobre su consumo energético.

En última instancia, la superación de estos obstáculos requerirá una combinación de innovación tecnológica, liderazgo político y compromiso global. A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, es crucial que abordemos estos desafíos de manera colaborativa y determinada.


María Velasco

María Velasco

Redactora en Prensa Ibérica.

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