La ultraderecha trabaja a contrarreloj para tener otro grupo en el Parlamento Europeo. Tras la publicación de Der Spiegel sobre las intenciones de Alternativa por Alemania de inaugurar una nueva familia política, que no llegaron a producirse la pasada semana, ahora ha sido el turno del primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Junto al opositor partido liberal austríaco FPÖ y el partido opositor checo ha presentado en Viena un nuevo grupo.

«El objetivo es que este grupo sea, en breve, el más fuerte de orientación derechista en el Parlamento Europeo», dijo el mandatario húngaro, cuyo país asume a partir de este lunes la presidencia rotatoria del Consejo Europeo. La nueva fracción, que aún necesita la adhesión de al menos otros cuatro partidos, se llamará «Patriotas para Europa» y los tres grupos fundadores son el gobernante partido húngaro Fidesz, el opositor partido liberal austríaco FPÖ y el partido opositor checo «Alianza de Ciudadanos Descontentos» (ANO).

Los tres partidos reunidos disponen juntos de 24 eurodiputados (Fidesz 11, ANO 7 y FPÖ 6), o sea, uno más que el mínimo de 23 para crear una fracción en el Parlamento Europeo. Pero para su creación, necesitan representar al menos a 7 países miembros de la Unión Europea, por ello, tienen que conseguir socios de al menos 4 más.

En caso de prosperar, «Patriotas para Europa» sería la tercera fracción de orientación de derecha radical en el Parlamento, junto a Identidad y Democracia (ID) y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). El plazo para inscribir a los miembros de la nueva fracción parlamentaria vence el próximo 3 de julio, mientras que la sesión constituyente de la Eurocámara está prevista para el 16 de julio.

Cabe señalar que los de Orbán no formaban parte de ninguno de esos dos grupos y durante los meses previos a las elecciones europeas se especulaba sobre si la francesa Le Pen o la italiana Meloni serían capaces de atraer al húngaro hacia una de las dos familias de ultraderecha en la cámara europea. Sin embargo, ha optado por buscar nuevos socios y confrontar a estos dos grupos con la creación de uno nuevo.

Las tres formaciones, que centran su política en el freno de la inmigración en Europa, fueron en sus respectivos países los ganadores de las recientes elecciones europeas. Además de una restrictiva política migratoria, los tres defienden levantar la futura prohibición europea de los vehículos con motores de combustión, además de revisar el llamado «nuevo pacto verde» de transformación ecológico de la economía europeo.

Junto a Orbán, firmaron el llamado «manifiesto patriótico» el líder del FPÖ, Herbert Kickl, y el líder de ANO y exprimer ministro checo, el magnate Andrej Babis. Los tres destacaron que el objetivo es que su anuncio se convierta en un «cohete portador» para motivar a otras formaciones europeas a su causa.

Inmigración y frenar la agenda verde

Según Orbán, «los libros de historia decidirán la importancia que tiene el día de hoy, en algunos algunos años veremos lo importante que fue el día de hoy, en el que se comenzó a cambiar la política europea». En referencia a la guerra en Ucrania, el líder magiar dijo que «los europeos quieren tres cosas: paz, orden y desarrollo. Pero lo que han recibido de las elites de Bruselas es guerra (en Ucrania), migración y estancamiento (económico)».

Babis, quien acaba de abandonar la fracción liberal en el Parlamento Europeo, habló de tres «grandes prioridades»: Fortalecer la soberanía de los países de la UE, solucionar realmente el problema de la migración y revisar urgentemente el nuevo acuerdo verde. En cuanto a la política medioambiental, Orbán agregó que «lo que está ocurriendo ahora en Bruselas no es una política verde, sino una política verde venenosa«. «No nos están curando, sino envenenando», aseguró el líder húngaro.

Futuros socios

En su presentación ante la prensa, en la que no (rpt no) se permitieron preguntas de los reporteros, los tres líderes ultras no quisieron precisar con qué otros partidos nacionales europeos están negociando la formación de esta fracción.

Kickl, quien lidera las encuestas en Austria, con un 27 % de la intención de votos de cara a las elecciones generales del 29 de septiembre próximo, destacó que a partir de ahora «todas las fuerzas políticas que deseen incluirse en este esfuerzo positivo de reforma, serán bienvenidas».

«Por lo que he oído en los últimos días, habrá más (apoyos) de los que algunos probablemente se imaginan ahora mismo», dijo el líder ultraderechista de forma críptica, sin adelantar más detalles.

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