Miles de gallegos han vuelto a tomar las calles para mostrar su rechazo al proyecto que la empresa portuguesa Altri quiere llevar a cabo en Palas de Rei (Lugo).

Convocadas por las plataformas ‘Ulloa Viva’ y ‘En Defensa de la Ría de Arousa’ 30.000 personas, según cifra de la oganización, han rodeado San Caetano, la sede de la Xunta de Galicia para decir ‘No’ a la macrocelulosa que amenaza la zona.

Los participantes, que han llegado hasta la capital gallega en más de 40 autobuses y cientos de vehículos privados, han formado una cadena humana que ha rodeado todo el edificio.

Como en la movilización que tuvo lugar en Palas de Rei el pasado mes de mayo, los manifestantes han coreado gritos de: Altri, No’”, “El agua es nuestra y no de la celulosa”, “Rueda recula, el agua no es tuya”, y “Galicia entera rechaza esta celulosa”.

Asimismo, en las pancartas que muchos de los participantes en la marcha han portado se han podido leer frases como “la celulosa de Altri, la muerte de la Ría de Arousa y del río Ulla”, “Xunta: con el dinero de Altri saneas y regeneras las rías” o “Le dan nuestro dinero a Altri para echarnos de la ría”.

Velar por los intereses de los gallegos

En declaraciones a los medios, Marta Gontá, portavoz de Ulloa Viva, ha vuelto a pedir al Ejecutivo autonómico que “haga su trabajo y vele por los intereses de todos los gallegos y no solo por los de una empresa privada».

En esta línea ha instado a la Xunta a que les «escuchen» y «hablen» con ellos para que «entiendan los motivos por los que estamos en contra de este tipo de industria».

Gontá la lamentado que la adminsitración solo se reúna con la multinacional y no con las plataformas que rechazan el proyecto y los vecinos afectados.

Por último, ha agradecido el apoyo recibido por parte de los distintos grupos vecinales y asociaciones y les ha animado a dar la batalla para, «entre todos dar a conocer esta problemática y exigir que la Xunta definitivamente abandone la idea de instalar en A Ulloa una industria altamente contaminante«.

En una línea muy similar se ha pronunciado Xaquín Rubido, portavoz de la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa, que ha vuelto a instar al Gobierno de Alfonso Rueda a paralizar, tanto este proyecto, como el de la mina de Touro, que se declaró estratégico en el último Consello.

«Son proyectos que no dejan nada aquí; dejan solo la contaminación y eso es la antítesis de nuestro modelo productivo, que deja la riqueza aquí, es transversal, fija población y forma parte de nuestra identidad», ha defendido.

Rubido también ha tenido palabras de agradecimiento para todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas que han apoyado esta movilización y para la Federación Provincial de Cofradías de Pontevedra, que se ha pronunciado de forma clara en contra una instalación, ha insistido, que «va en contra de los intereses del conjunto de Galicia».


«Hay que tener en cuenta que el sector productivo primario es el corazón de esta tierra. Es el corazón en todos los sentidos, en el sentido productivo, en el sentido de empleo, en el sentido identitario, en el sentido simbólico, incluso diría más, en el sentido gastronómico y turístico», ha esgrimido.

Por último, ha avanzado que después del verano habrá nuevas movilizaciones porque «en los próximos meses» es cuando «se juega el futuro de Galicia».

En lo que respecta a formaciones políticas, ha participado en la protesta el BNG, cuya viceportavoz, Olalla Rodil, ha exigido al Ejecutivo autonómico que «deje de imponer este proyecto y que, por una vez, se ponga del lado de los gallegos y deje de poner la alfombra roja a una fábrica contaminante».

Una reclamación con sabor a Rosalía

Unos minutos antes de la lectura del manifiesto, que ha tenido lugar tras dar una vuelta completa a San Caetano, la poeta y periodista Xiana Arias, ha tomado la palabra ya en el escenario para criticar el «atentado contra la vida y la salud de A Ulloa, del Ulla y de toda Galicia». «Pensaron que el corazón de Galicia estaba débil, que podrían venderlo, pero ¡queremos una Ulloa viva y un Ulla vivo!”, ha indicado.

La actriz Mónica García, le ha sucedido. Ella ha recuperado los versos de Rosalía de Castro y entonando “Adiós ríos, adiós fontes”, ha espetado: «Adiós, Rueda; adiós Soares. Dejo aquí un recadín, no queremos celulosas ni aquí ni en Marín; deja amigos empresarios con los que quieres trabajar, deja en fin a la Ulloa viva, no la vas a contaminar».

A continuación se ha iniciado ya la lectura del manifiesto, de la que se han encargado Raquel González, vecina de Agolada, y María Porto, presidenta de las Mariscadoras a Pé de Carril. En este punto se han enumerado diferentes cuestiones relacionadas con el proyecto de Altri, como la del agua que necesitaría captar o los eucaliptos que requeriría.

Del mismo modo, se ha insistido en que “el pueblo gallego no quiere a Altri» y «no quiere un proyecto que convierta la tierra y el agua en miseria» y se ha recalcado que “no se puede dar luz verde a un proyecto que incumple todos los principios para no causar daños significativos al medioambiente”. “No es posible que un proyecto como Altri pueda optar a fondos europeos”, han expuesto.

Llegados a este punto se ha vuelto a instar al Gobierno de Alfonso Rueda a que deje de apoyar la macrocelulosa y a Europa a que se le nieguen las ayudas. «Los gobiernos existen para facilitar la vida de las personas, no para atacarnos; para apostar por esta tierra y por su futuro», han subrayado, antes de dejar paso a los acordes de ‘O Monte Viso’, una canción tradicional compostelana que han interpretado una veintena de músicos sobre el escenario.

La Xunta juega con los términos

Mientras los gallegos dicen ‘No’ a Altri, el Ejecutivo autonómico juega con los términos. La Xunta ve con buenos ojos la macrocelulosa, pero al mismo tiempo Alfonso Rueda asegura que “no autorizará ninguna industria, ni actividad que no cumpla» con la normativa medioambiental.

Las protestas contra Altri y el proyecto de "macrocelulosa" siguen creciendo (Foto: Ulloa Viva).


Preguntado por la ley de simplificación de trámites ambientales, no obstante, el líder de los ‘populares’ gallegos insiste en que se trata de «darle más facilidades» a los que quieren emprender.

Según ha precisado en una entrevista en una emisora de radio, “muchas veces hay gente que quiere invertir en Galicia, pero que le echa para atrás toda la tramitación que, a veces, es demasiado farragosa, lenta y burocrática, por lo que su objetivo es simplificarla al máximo».

Acto seguido ha manifestado que la ley va a establecer los trámites necesarios y va a eliminar otros que «no son imprescindibles». En este punto, no obstante, el líder de los populares gallegos ha asegurado que «va a ser muy garantista».

«En Galicia no se va a autorizar, como hasta el momento, pero vuelvo a decirlo: no se va autorizar ninguna industria, ninguna actividad que no cumpla rigurosamente con la normativa ambiental», ha zanjado.

Los investigadores advierten

Pero sobre el proyecto de Altri se han pronunciado ya investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela y de la organización ecologista ADEGA.

Aputan que la factoría para la producción de fibra textil que la empresa portuguesa quiere instalar en Palas de Rei tendría un impacto crítico en la flora de la zona, una flora, subrayan que es “única en el mundo”.

Según han advertido Santiago Ortiz, catedrático de Botánica y Miguel Serrano, profesor del mismo departamento, miembros del grupo de investigación ‘Análisis y conservación de la biodiversidad’, las denominadas ‘Serpentinitas de Melide’ constituyen “uno de los espacios de mayor interés botánico de la Penísula Ibérica”.

Las fábricas del proyecto Gama de Altri, que ocuparían 366 hectáreas, supondría la eliminación de una parte muy significativa de una flora que incluye dos especies que ya están en peligro de extinción y otra considerada vulnerable.

Además, advierten de que no es posible trasladar estas especies vegetales a otro punto, ya que están ligadas a un tipo de particular de suelos, cuya estructura es prácticamente imposible de reproducir, una vez han sido alterados. “Si el suelo no reúne la estructura necesaria, esta especies serían desplazadas por otras más competitivas”, zanjan.

Y a la flora hay que sumar la fauna. El espacio delimitado como parcela industrial acoge fauna amenazada como moluscos terrestres, insectos, anfibios y aves de espacios abiertos, grupos en reconocido declive que se verían perjudicados.

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