El verano es época de encuentros con amigos, con la familia. De pasar ratos al aire libre y de juntar a la gente en torno a una buena mesa. ¿Y qué mejor que una parrilla en la que todos comparten platos y comida? Ahora se les llama barbacoas, pero son las costilladas o asados de toda la vida. «Esta es la mejor época del año para organizarlas, sin duda», coincide Martí Colomer, portavoz de los mayoristas del sector cárnico en Mercabarna, que confirma que cada vez son más los consumidores que acuden a su carnicero habitual preguntando sobre las mejores piezas para cocinar a la brasa. «Hay algunas que son ideales, como las costillas o las medianas de cordero, pero es cierto que es un tipo de carne algo más cara», admite Colomer. Hay, sin embargo, alternativas muy válidas.
La irrupción en los últimos años de los cortes de carne de vacuno de tradición argentina, por ejemplo, ha ayudado a diversificar las parrillas. «Hace tiempo que llegaron a España y se han incorporado al resto de carnes de barbacoa como un elemento más. Sobre todo la entraña, que es el difragma de la ternera, una pieza que se prepara con la piel, de modo que el exterior queda como churruscado y el interior se mantiene tierno», indica el portavoz de los mayoristas cárnicos. De ternera también sale muy bien a la brasa el entrecot «o el filete de culata cortado más grueso, que está algo mejor de precio», sugiere Colomer. Eso sí, para prepararlas en su punto se requiere mano experta por parte del cocinero.
Y ahora que están tan de moda las dietas basadas en proteínas, la carne a la barbacoa resulta una alternativa perfecta, para acompañar con una ensalada o con un tomate aliñado con un chorrito de aceite y sal.
Pero volviendo al ovino, «se puede apostar por la pierna, una pieza que cortada a filetes sale muy bien a la brasa, igual que el mal llamado churrasco de cordero, que corresponde a la parte de arriba del costillar», prosigue el portavoz de Mercabarna. La panceta, la costilla y el secreto de cerdo, todos ellos muy sabrosos, «o el muslo abierto de pollo o unos jamoncitos también de pollo para los niños», son otras posibilidades a buen precio.
«Y no hay que olvidarse de los productos elaborados, que van desde las longanizas o botifarras hasta la chistorra, el criollo, las morcillas y chorizos y, cada vez más, las hamburguesas y las brochetas«, indica Colomer. La ventaja que tienen es que, a diferencia de la ternera (o el cordero), son más económicos y gustan a todo el mundo.
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