El Mundial de Qatar fue el torneo de las reivindicaciones sociales. Las denuncias contra el país anfitrión por violar los derechos humanos llegaron desde diferentes frentes. La reivindicación más identificable estuvo en las banderas LGTB que llevaron algunos jugadores. La selección que lideró la visibilidad fue Alemania, país que acoge la Eurocopa y donde la bandera arcoíris ha desaparecido. Ni siquiera durante la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBT, fuera de las acciones corporativas que las marcas llevan en redes sociales, acusadas en ocasiones de ‘Pinkwashing’.
El silencio de Alemania después de Qatar
Lo que sí está en todas partes del anfitrión de la Eurocopa es ‘Visit Qatar’, uno de los principales patrocinadores del torneo que organiza la UEFA. Era de esperar que Qatar fuese un potente escenario para la reivindicación de los derechos LGTB. Aunque hubo estamentos que pidieron el boicot a la cita, activistas destacados como Ryan Atkin, el primer árbitro en Reino Unido en salir del armario, destacaron el impacto social que suponía ir al emirato.
«Se consiguió que la diversidad fuera un tema de conversación. El país tuvo que entender que cualquier torneo será mejor recibido si se aceptan las diferencias. Ha tenido mucho más impacto haber ido que renunciar a ello. De otro modo no se habría abierto el debate», comenta el colegiado a El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica.
La FIFA trató sin éxito que Qatar fuera escenario para las reivindicaciones de cualquier tipo. Su medida más polémica fue prohibir a Inglaterra, Dinamarca y Alemania llevar brazaletes en apoyo al colectivo LGBT. El organismo que preside Gianni Infantino se inventó un brazalete con el que quiso acallar las críticas y que ponía ‘No Discrimination’. Un genérico, medio oculto, que no convenció al cuadro germano. Los once titulares de la ‘Mannschaft’ posaron antes del partido contra Japón tapándose la boca para denunciar que habían sido objeto de censura.
Eurocopa 2020: la bandera LGTB en el Allianz
Pero las reivindicaciones LGTB no solo se han dado en Qatar, de ahí que la invisibilidad de la Eurocopa de Alemania es una interrupción en la tendencia. En junio de 2021, la UEFA prohibió iluminar el Allianz Arena de Múnich con los colores de la bandera arcoíris durante el Alemania – Hungría de la fase de grupos de la Eurocopa pandémica que se disputó en varios países. La medida era una respuesta a la normativa que había tomado Viktor Orban para restringir los derechos del colectivo, hasta el punto de que está prohibido hablar de homosexualidad en las escuelas. Un espontáneo con una enseña consiguió lo que prohibió la FIFA.
La iniciativa de la iluminación fue promovida por Dieter Reiter, alcalde socialdemócrata de la ciudad. La UEFA argumentó para su dictar la prohibición que «dado del contexto político de esta solicitud (un mensaje dirigido a una decisión del parlamento húngaro) debe rechazarla» y reivindicó su carácter de «neutralidad política y religiosa». La respuesta del Bayern, equipo que juega como local en el Allianz, fue poner una bandera LGTB con el lema ‘Nie wieder’ en las gradas del estadio. Es común verla en los partidos de Champions, pero en la Eurocopa, de nuevo, ni rastro.
Aquel veto de la UEFA le generó un problema reputacional, al encontrar la respuesta de patrocinadores como Just Eat, Heineken o Volkswagen, que lanzaron activaciones para reivindicar con su alineamiento contra la homofobia. El hecho de que Alemania hace que la pregunta por la ausencia de símbolos LGTB sea más incómoda. En redes sociales han surgido comentarios irónicos, sobre todo provenientes de países de Extremo Oriente: «¿Pero no era este el mes del orgullo gay? ¿Se han vuelto a quedar mudos los alemanes», en referencia al gesto que hicieron en Qatar.
El silencio es tan atronador que afecta incluso a Thomas Hitzlsperger, el único futbolista alemán en hacer pública su homosexualidad. El embajador de la UEFA y la Federación Alemana de Fútbol en materia de igualdad no ha puesto en sus redes sociales ningún mensaje por el Día Internacional del Orgullo LGBT. De hecho, la Real Federación Española de Fútbol es la única que ha puesto un tuit al respecto, con Alexia Putellas portando un brazalete arcoíris.
Roban una bandera arcoíris a hinchas de Inglaterra
Precisamente, el fútbol femenino demuestra que no importa el escenario para reivindicar los derechos de la comunidad homosexual. A diferencia de lo que ocurre en los equipos, donde esta cuestión sigue siendo un tabú, en las selecciones de mujeres existe la sororidad. La visibilidad ha conseguido que la FIFA no aplique las mismas medidas en las competiciones femeninas. En la Eurocopa 2022, Leah Williamson, capitana de la anfitriona Inglaterra, levantó el trofeo de campeonas con un brazalete arcoíris.
La grada inglesa es la única en la que se ha visto una bandera LGTB que, para colmo, fue robada después del partido contra Eslovenia que cerró la fase de grupos. El colectivo ‘3LionsPride’ denunció su desaparición en ‘X’ (antes Twitter): «Nuestra pancarta, que ha estado en el Mundial de Rusia y Qatar (con lo que supuso en términos reivindicativos) ha sido robada tras el partido de esta noche. Si alguien la ve en algún lugar, por favor hacédnoslo saber».
La publicación se llenó de mensajes homófobos como «Mira en el retrete», provenientes de países cuyos ultras son abiertamente homófobos. Es lo que sucede con las hinchadas del este. Estas situaciones de discriminación, así como que Jakub Jankto sea el único jugador de primer nivel abiertamente gay, hacen que la situación de la comunidad homosexual esté lejos de normalizarse en el fútbol.
Un deporte que ha optado por dar un paso atrás en el torneo de selecciones que se celebra a la par que la Copa América, inaugurada por un pastor evangelista, Emilio Agüero Esgaib, quien aseguró que «el mensaje de Cristo sigue vigente hoy en día. Él nos llamó a la paz, a la comprensión y al perdón. También nos dijo cree». Proclama religiosa criticada desde algunos sectores que pusieron en duda la neutralidad religiosa pregonada por la FIFA para prohibir la exhibición de emblemas LGTB en Qatar y otros torneos.