El Mundial de Qatar fue el torneo de las reivindicaciones sociales. Las denuncias contra el país anfitrión por violar los derechos humanos llegaron desde diferentes frentes. La reivindicación más identificable estuvo en las banderas LGTB que llevaron algunos jugadores. La selección que lideró la visibilidad fue Alemania, país que acoge la Eurocopa y donde la bandera arcoíris ha desaparecido. Ni siquiera durante la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBT, fuera de las acciones corporativas que las marcas llevan en redes sociales, acusadas en ocasiones de ‘Pinkwashing’.

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