El PSC presiona a ERC: «O pacto progresista o elecciones». ERC presiona al PSC: «O hay resultados en financiación o elecciones». Y Junts presiona a los unos y a los otros. A los republicanos, para que dejen de negociar con Salvador Illa; y, a los socialistas, para que se abstengan en una investidura de Carles Puigdemont. Ante el consejo nacional del partido, el secretario general de los posconvergentes, Jordi Turull, ha hecho un llamamiento a mantener «la posición» en un momento de encrucijada y hacerlo, además, sin «complejos». Aquellos que quieran «defender el país», ha dejado caer, deben desentenderse de un presidenciable como Salvador Illa.
«La principal encrucijada es si tenemos un presidente del Govern con ambición, que tiene el país en la cabeza y en el corazón, o uno que quiere pasar página a cualquier avance nacional y que es partidario del café para todos porque solo lleva el PSOE en la cabeza y en el corazón«, ha espetado ante los cuadros de Junts. Justo antes, su homóloga en ERC, Marta Rovira, ha fijado públicamente el plazo de un mes para explorar si es posible un preacuerdo con los socialistas que tenga una nueva financiación para Cataluña en el epicentro.
Por más que el PSC insista en que Junts no tiene opciones de prosperar en una investidura, Turull ha pedido «aguantar la posición» y ha recordado que tampoco nadie creía en que se acabaría logrando una Mesa del Parlament con mayoría independentista. Sin embargo, el sistema de elección de un presidente es distinto, ya que requiere ser capaz de aglutinar más ‘síes’ que ‘noes’, cosa que, en caso de pactar con ERC, Puigdemont no puede lograr sin la abstención de los socialistas.
La financiación como «moneda de cambio»
En la línea de poner a ERC entre la espada y la pared, el secretario general de Junts ha tachado de «inmoralidad» que la mejora del sistema de financiación sea «moneda de cambio» para que Illa presida la Generalitat, por lo que ha reclamado que no se participe de lo que considera un «chantaje» porque el concierto que merecen los catalanes es un tema de «justicia». La financiación, ha remarcado, tiene que ir vinculada a «quien quiera continuar siendo presidente del Gobierno y aprobar presupuestos», ha dicho en referencia al apoyo en el Congreso por parte de Junts a Pedro Sánchez.
No ha hecho referencia explícita a los republicanos en todo su discurso, pero no ha hecho falta. Por si quedara alguna duda, ha recordado que Illa «no defiende los intereses de los catalanes» desde el momento en que no ha levantado «un dedo» para denunciar caos como el de Rodalies, así como para impulsar proyectos como el Corredor Mediterráneo y la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. «Un país desnacionalizado es el sueño húmedo del PP y de Illa, un país en declive», ha sentenciado.
La «firmeza» por bandera
Turull ha hecho hincapié en la «firmeza» que ha llevado a Junts a alcanzar hitos como el de la amnistía. De hecho, ha apostillado que si Junts no se hubiera plantado el pasado 30 de enero con el primer texto que se pretendía aprobar hoy el ‘exconseller’ Miquel Buch no hubiera sido amnistiado, así como tampoco los CDR acusados de terrorismo. Ese mismo tesón, ha advertido, es el que guiará a Junts en los dos meses que hay por delante para dirimir si hay una investidura o una repetición electoral.