El presidente ruso, Vladímir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, brindan durante una recepción de Estado. / EFE

Dios los cría y ellos se juntan. Se nos aplica a todos pero en algunos casos es más grave. Por ejemplo, mientras los franceses votan hoy y los británicos el próximo jueves, Putin ha visitado Corea del Norte para aliviar su relativa soledad internacional tras invasión de Ucrania, agradecer la ayuda que de allí recibe en forma de bombas de artillería y de misiles, y firmar varios acuerdos sobre cooperación económica y un pacto de seguridad cuyo artículo 4 dice: «Si una de las partes se encuentra estado de guerra debido a un ataque armado de uno o más Estados, la otra parte le proporcionará inmediatamente asistencia militar con todos los medios a su alcance de conformidad con el articulo 51 de la Carta de las Naciones Unidas». Ese artículo se refiere al derecho de legítima defensa y podría acabar aplicándose al caso de Ucrania aunque para Putin no sea una guerra sino una «Operación Militar Especial» y aunque él sea el atacante y se considere atacado.

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