La firma de ropa deportiva Nike se desploma en Wall Street (-17%; 78,40 dólares) después de presentar sus resultados del cuarto trimestre fiscal y sus previsiones para el siguiente trimestre.
El beneficio por acción (BPA) de 1,01 dólares superó la previsión de 0,84 dólares; aunque los ingresos de 12.600 millones de dólares se situaron por debajo de los 12.900 millones anticipados.
Además, Nike anticipó que los ingresos de su ejercicio fiscal 2025 caerán a ritmos de un dígito medio (alrededor del 5%); aunque en el primer semestre bajarán a un dígito alto (alrededor del 10%). En marzo, la compañía esperaba que las ventas del primer semestre fiscal caerían a ritmos de un dígito bajo (alrededor del 3%).
Sobre el primer trimestre fiscal, Nike anticipó una caída de ventas aproximada del 10%, muy por encima del pronóstico del consenso, que esperaba un descenso del 3%.
«Hemos atravesado varios obstáculos que ahora esperamos que tengan un impacto más pronunciado en el año fiscal 2025«, señaló Matthew Friend, director financiero.
Los inversores han castigado esta previsión y también la pérdida de cuota de mercado de Nike en Estados Unidos, a manos de otros competidores como On Holding, New Balance y Hoka. La cuota de Nike en las compras digitales en EEUU cayó al 32,5% desde el 34,1%.
Y las ventas de Nike en su mercado de origen durante el cuarto trimestre fiscal cayeron un 6%, frente al aumento del 34% registrado por Hoka.
Los analistas de JP Morgan afirman que «la rebaja de la guía de ventas refleja en gran medida vientos en contra específicos de la empresa (por ejemplo, gestión de franquicias) y los datos muestran una mayor solidez para las marcas europeas de artículos deportivos«.