Prisa ha celebrado este miércoles en Madrid su Junta Ordinaria de Accionistas y su presidente, Joseph Oughourlian, ha aprovechado la ocasión para reivindicar su compromiso con la compañía, que -asegura- es mayor que el de un grupo de inversión que sólo busca rentabilizar su inversión mediante una entrada y una salida rápida.

En su discurso, ha asegurado: «Renuevo ante esta Junta mi firme compromiso de permanencia y de total implicación personal en la presidencia de este grupo».

Esta declaración resulta significativa, dado que se produce en un contexto en el que una parte de los accionistas el grupo, afín a Moncloa, ha realizado diferentes movimientos para intentar hacer una oferta a Oughourlian por su participación, que asciende al 29,9% del capital.

De hecho, El País incluía una entrevista al presidente de Prisa en su edición de este miércoles en el que aseguraba que, al contrario que en otras compañías, su inversión en esta empresa española tiene un componente personal, dado que, entre otras cosas, Oughourlian es titular de una parte de las participaciones.

Por tanto, su intención es la de permanecer en el grupo, con la esperanza -asegura- de aminorar el problema de deuda del grupo, seducir a los inversores, impulsar el precio de la acción y de la compañía; y, como consecuencia de ello, incrementar el valor de su participación.

Mejora de los ingresos

Cabe destacar que Oughourlian llegó a la presidencia de Prisa a principios de 2020, después de aliarse con Telefónica y con HSBC para destituir a Javier Monzón al frente del grupo.

Un tiempo después, presentó un plan estratégico que ha generado unos resultados muy positivos -según el presidente-, dado que han permitido mejorar los ingresos en casi 300 millones de euros y triplicar el resultado operativo EBITA. A esto hay que sumar que, actualmente, Prisa negocia una refinanciación de su deuda, que se encuentra en el entorno de los 800 millones de euros.

Uno de los momentos más significativos de la reunión se ha producido durante la intervención del máximo responsable del área de medios de comunicación, Carlos Núñez, que ha realizado varias referencias -en consonancia con el discurso del Gobierno- a la pseudo-prensa que intoxica a la opinión pública y degrada la democracia.

En este sentido, ha abogado por la aprobación de «leyes que fomenten, a través del ESG adecuado (responsabilidad corporativa), la inversión publicitaria en medios solventes y comprometidos con la democracia. Esto, en detrimento de aquellos que corroen la democracia con nefastos sucedáneos de periodismo».

En el extremo contrario a esta prensa ha situado a Prisa, que representa los valores contrarios, tanto periodísticos como éticos.

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