Sin cadáver al haber sido incinerado por orden de la propia cuidadora investigada, las intervenciones telefónicas suponen una prueba clave para tratar de demostrar que José Félix Cirujeda, el anciano de 91 años muerto en agosto de 2023, fue presuntamente asesinado suministrándole antipsicóticos. Además la transcripción de dichas conversaciones incriminatorias, tanto entre los propios investigados como con personas de su entorno, también desmontan la tesis de la defensa del párroco también investigado por los delitos de homicidio y extorsión, quien aseguraba no tener relación con la cuidadora, y suponen para los investigadores de la Guardia Civil indicios claros de su presunta participación en la trama para quedarse con el patrimonio del nonagenario, que adelantó Levante-EMV.

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