La producción de arroz en Extremadura, una de las principales regiones arroceras de España, está atravesando una grave crisis. En la última década, la superficie dedicada a este cultivo ha disminuido drásticamente. En 2010, Extremadura contaba con más de 35.000 hectáreas de arroz; hoy, sin embargo, apenas se alcanzarán 16.000 hectáreas en la campaña actual.
Este desplome en la producción de arroz se debe a varios factores. En primer lugar, la sequía persistente de los últimos años ha afectado gravemente a los cultivos. A esto se suma la rentabilidad decreciente del arroz, provocada por el escaso apoyo institucional. Esta situación no es exclusiva de Extremadura, sino que se extiende a otras regiones arroceras de España.
En respuesta a esta crisis, las Cooperativas Agro-alimentarias han decidido solicitar a Bruselas un plan de choque para sostener el cultivo del arroz y enfrentar los principales desafíos que enfrenta el sector. Entre estos desafíos se encuentra la falta de una legislación homogénea sobre materias activas para todos los productores europeos y la competencia desleal de países terceros que «no cumplen con las normativas de la cadena alimentaria«.
Pedro Almodóvar, un agricultor de arroz de Los Guadalperales, ha expresado su apoyo a esta iniciativa en una entrevista con COPE. «Todo lo que sea defensa del arroz es bueno porque ahora mismo el arroz y los arroceros estamos desamparados por muchos aspectos. Nosotros lo venimos reclamando desde hace mucho tiempo«, afirmó Almodóvar.
Asimismo, destaca la competencia desleal de países terceros como uno de los mayores problemas. Estos países utilizan materiales y productos prohibidos en la Unión Europea, lo que les permite ser más competitivos al poder combatir plagas y enfermedades de manera más efectiva. «Esto hace también que no podamos ser competitivos«, declaró Almodóvar, resaltando la necesidad de contar con herramientas similares para poder competir en igualdad de condiciones.
La situación de la producción de arroz en Extremadura y en el resto de España es preocupante. La combinación de factores climáticos adversos y la falta de apoyo institucional ha dejado a los agricultores en una posición vulnerable. La petición de un plan de choque a Bruselas representa una esperanza para los productores de arroz, quienes necesitan medidas urgentes para mantener la viabilidad de sus cultivos.
