La sesión plenaria en el Parlamento de Canarias empezó este martes con un ligero retraso y se abrió con el episodio final de una venturosa caída de fichas. Hace varias semanas la muy experimentada dirigente del PP, María Australia Navarro, fue designada por su partido para ocupar una plaza en la Audiencia de Cuentas. Navarro tuvo que abandonar, por tanto, su escaño en el Senado. La sustituyó otra parlamentaria regional, la señora Rosa Viera, despedida en el último pleno con lágrimas de alegría inenarrable. Y ayer sustituyó a Viera el siguiente en la lista al Parlamento, David Morales Déniz, un caballero muy atildado que fue felicitado como si le hubiera tocado la inmortalidad en la tómbola de la fiesta de su barrio, en el muy improbable caso de que el señor Morales Déniz viva en un barrio. El nuevo prometió su cargo y se fotografió protocolariamente con la presidenta Astrid Pérez. Cuanta felicidad ha repartido Manuel Domínguez, factótum del PP canario, con una sola decisión. Dicen que no pasa a menudo.

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