El Gobierno vinculó al apoyo del PP la aprobación de la reforma de la ley del suelo y de la norma estrella del PSOE sobre la abolición de la prostitución. Los socialistas quedaron solos en ambas votaciones. Dos reveses que desde el PSOE atribuyeron al contexto “electoralista” previo a los comicios europeos. Finalizado el ciclo electoral, el Ejecutivo pretende recuperar la apuesta por los grandes pactos con los populares. Un optimismo que ha crecido al calor de las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y entre llamadas a rebajar el tono de la confrontación política. Si el desbloqueo del órgano de poder de los jueces tras más de cinco años con el mandato caducado se espera “en unos días”, el otro gran objetivo pasa por pactar con el PP “antes de verano” la reforma de la ley de extranjería para acordar el reparto de menores migrantes entre las comunidades autónomas.

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