Cuanto mayor sea el tamaño del hielo del congelador, más energía se necesitará para mantener y reparar este importante electrodoméstico.
En todos los hogares hay un paquete de papel de aluminio. En forma de práctico tubo, este aliado de cocina de las amas de casa cumple muchas funciones. El papel de aluminio es esencial en cualquier cocina. Es útil no sólo para conservar alimentos, que quizá sea su uso más común. Pero también es un artículo que se adapta a muchas necesidades diferentes y puede ser una buena alternativa para los imprevistos de la vida cotidiana.
Los fabricantes explican que ambas caras del papel tienen la misma función. Sin embargo, si queremos sacarle el máximo partido y utilizarlo en el horno, debemos tener en cuenta que la cara brillante del papel absorbe más calor, ya que refleja más la luz.
La forma en la que debes colocar el papel de aluminio
Por lo tanto, es aconsejable mantener el lado brillante en el interior y el lado mate en el exterior a la hora de hornear. Así pues, a la hora de envolver alimentos, el uso es indistinto, aunque la tendencia es dejar el lado brillante fuera, una práctica que quizá sea más una cuestión estética que otra cosa.
Pero ambas partes realizan la misma tarea de cocinar, congelar y conservar los alimentos. No hay ninguna diferencia funcional.
Papel de aluminio en el congelador: ¿para qué sirve?
Sin embargo, el papel de aluminio parece tener otra función insospechada, sobre todo si lo colocamos en el frigorífico o el congelador.
Descongelar el congelador es una de las tareas que más tiempo lleva realizar para garantizar una mejor conservación de los alimentos. Pero además, descongelar el congelador significa consumir menos electricidad.
Con la factura de la luz en aumento, esta tarea, a menudo relegada a un segundo plano por su complejidad, se está convirtiendo en algo muy importante que hay que realizar con regularidad.
Cómo debemos darle un funcionamiento correcto al congelador
Para que el congelador funcione correctamente y derrita todo el hielo, es necesario apagarlo y vaciarlo de los alimentos almacenados y del hielo que se haya formado.
Esta operación debe realizarse rápidamente en el caso de los alimentos que deben volver a introducirse en el congelador, por lo que resulta útil disponer de una hoja de papel de aluminio en el congelador.
De hecho, tendrás que cubrir todos los lados del congelador por completo. Después puedes volver a meter los alimentos congelados y esperar a que el papel de aluminio haga efecto. En la práctica, el hielo se irá soltando y depositando sobre el papel de aluminio y, una vez retirado éste, el congelador quedará limpio y sin esfuerzo.
Mientras tanto, puedes limpiar todos los estantes y cajones del frigorífico con agua tibia y bicarbonato sódico, ideal para desinfectar y evitar malos olores.