Según pasan los meses, la deuda de los inquilinos, que han terminado por ser okupas de la vivienda propiedad de Itziar, va en aumento, así como los problemas de la mujer. Y es que la cantidad que deben las personas que un día fueron unos bienvenidos inquilinos, ascendería a unos 20.000 euros.

2 años, muchas luchas

El caso de esta mujer podría ser uno más, de no ser por las circunstancias personales de Itziar, por las que sufre una depresión por la que se encuentra en tratamiento desde hace dos años. Ese tiempo es precisamente el mismo que esta madre de 3 hijos lleva luchando en los juzgados por recuperar su casa. Mientras tanto, Itziar reside en la vivienda de sus padres junto a sus hijos menores de edad, no sin dificultades económicas, que este caso ha agravado.

Este martes Espejo Público visitaba junto a su dueña los alrededores de la vivienda. De no ser por un vecino, que les abría la puerta, ni Itziar ni la periodista habrían podido acceder a las zonas comunes de la urbanización donde se ubica el inmueble.

Sin respuesta

Los intentos de comunicarse con los ‘inquiokupas‘ no obtienen ningún éxito pese a la insistencia. Poco después el ocupante se asomaba a la ventana al percatarse de la presencia de la cámara y la propietaria del inmueble. Sorprendentemente el inquilino instaba al equipo de Antena 3 a «respetar a la justicia española», destacando además que el caso se encuentra en manos de la justicia.

«Mi estado de salud no me permite realizar una entrevista»

El hombre, que contestaba trás una ventana y sus cortinas, afirmaba que no concedería ninguna entrevista en ‘su casa’, y además poco después se excusaba en que sufriría problemas de salud que le imposibilitarían atender a los medios.

«No tienen que estar ahí»

Uno de los vecinos que pasaba por allí declaraba que el okupa es su vecino y se pronunciaba al respecto: «No tienen que estar ahí, porque no están pagando, no trabajan, no cotizan, no nada».

El equipo de Antena 3 parecía incomodar sobremanera al deudor, que llamaba a la Policía Nacional, que se personaba en el lugar. Ante lo que Itziar mostraba resignación: «Ahora me pondrán otra denuncia».

Situación de vulnerabilidad

«Yo lo paso a base de pastillas»

Según cuenta la propietaria, esta situación habría sumido en una profunda depresión a la mujer, que admitía sobrellevar la situación mediante el uso de medicación «para la ansiedad».

La mujer cuenta también que Servicios Sociales se tendría que pronunciar sobre la delicada situación de Itziar, pero también la de los morosos arrendatarios, y emitir un informe sobre la vulnerabilidad de los implicados. Los habitantes de la casa tendrían 2 hijos y «cuando llegó el juicio no trabajaban […] No tenían ingresos y se declararon vulnerables», explicaba Itziar.

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