Restos de poda que parece que alguien ha cortado no hace mucho, alguna maleta abandonada, sanitarios por ahí tirados, un trozo de pavimento y hasta retos de fibrocemento, con todo lo que eso implica, ilustra estos días un punto de contenedores en el camino de las Canteras, una zona muy transitada por ciclistas y senderistas. Un vertedero improvisado que ha despertado las quejas de los residentes de Ferriol y Vallongas, con el matiz de que, lamentablemente, hay muchos más caminos en esta situación a lo largo y ancho del Camp d’Elx.
Servicio gratuito
Todo sin que, hasta la fecha, se haya podido poner coto al incivismo de unos cuantos descerebrados que deben pensar que el campo tiene poco valor y que pueden ir dejando su basura y escombros donde les viene en gana, por más que haya puntos limpios y por más que la UTE formada por Urbaser y FCC incluso ofrezca un servicio de recogida de enseres y de poda gratuito.
Los restos de fibrocemento es lo que más preocupa a los residentes en estos momentos. / Áxel Álvarez
Disgusto y preocupación
Es una estampa recurrente que disgusta y preocupa a los residentes de los enclaves afectados. Sin embargo, en el caso de los de Ferriol y Vallongas, más si cabe por la aparición del fibrocemento. «Esto es una auténtica guarrería y una muestra total de incivismo, pero el colmo es el fibrocemento, con el peligro que conlleva», se queja uno de los afectados. De hecho, sostiene que la recogida de la basura de los contenedores es razonablemente buena, pero el problema es lo que lanzan los bárbaros fuera de los depósitos, en particular, en la parte trasera, donde empiezan a acumularse restos desde hace tiempo.
Los residentes, en este sentido, se muestran inquietos, por un parte, por el foco de olores, suciedad e incluso infecciones, como apostillan, en los que se pueden convertir estos vertederos improvisados, y el modo en que estos problemas se pueden agravar a medida que vayan subiendo las temperaturas, con el efecto que eso puede tener hasta para las viviendas más próximas. Por otro, se muestran convencidos de que estos puntos pueden tener un «efecto llamado» que acabe derivado en el vertido de más y más desechos, algo que, este caso, atribuyen convencidos a gente que viene del «pueblo», porque, precisamente, esa no es de las zonas más pobladas del Camp d’Elx.
La poda que debe haber sido depositada recientemente. / Áxel Álvarez
Campañas de concienciación
Por eso mismo, además de reivindicar que se limpie esta zona para evitar que el estercolero siga creciendo y, en particular, que se retiren los restos de fibrocemento, abogan por campañas de concienciación por parte del Ayuntamiento de Elche y por la instalación de carteles en los que se recuerde lo obvio: la prohibición de tirar basura, escombros y restos de poda en lugares que no están habilitado para ello.
Intensa polémica
«Es algo generalizado en todas las pedanías por el incivismo de algunas personas», reitera una de las personas que vive allí y que admite que la situación incluso ha dado pie a una «intensa polémica» en el seno de la asociación entre los que echaban la culpa de todo al servicio de recogida de basura y los que cargaban contra los inconscientes que dejan sus restos donde quieren, opción esta última que parece haber ganado, a juzgar por las declaraciones de los vecinos de Ferriol y Vallongas. Otra cosa es qué puede pasar si los restos que allí hay no se acaban retirando.
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