La relación entre la primera ministra italiana Meloni y su homólogo húngaro, Viktor Orban, nunca idílica (también por motivos personales, según los más cercanos a la italiana), ha sido particularmente enredada en los últimos años. Y esto no solo por la cercanía del húngaro al competidor interno de Meloni, Matteo Salvini, el líder de la Liga. También porque, desde la invasión a gran escala de Ucrania, el ferviente atlantismo de la italiana ha chocado abiertamente con el escepticismo y los titubeos de Hungría en la respuesta europea a Moscú por su agresión. Nunca como este lunes, sin embargo, los alcances y límites de este vínculo quedaron tan en evidencia.

Fuente