El oficio de pastor trashumante está en vías de extinción en España y las nuevas generaciones tendrán en su mano el reto de conservar la profesión.
Desde hace más de 14 años la zona de Tierras Altas de Soria, que ha vivido de la oveja trashumante desde tiempos de la Mesta, lucha por que esta profesión siga viva. Una forma de vida declarada Patrimonio Cultural Inmaterial que se conserva desde la época de los celtíberos y que, sin embargo, en la actualidad tiende a desaparecer por la falta de relevo profesional.
Asier Calleja tiene 22 años y es uno de los jóvenes que ha optado a la beca que ha creado la Mancomunidad de Tierras Altas de Soria para la transferencia de conocimiento de pastores senior a junior. Desde los 6 años sueña con ser ganadero y, habiendo explorado varias ramas del sector, desea vivir en su piel la experiencia de ser pastor trashumante. “Hay que aprender cómo se realizaba esta labor antes, porque muchas veces los veteranos tienen la solución para los problemas actuales”, asegura.
Las futuras generaciones podrían contribuir a solucionar los problemas de la ganadería gracias a sus habilidades tecnológicas, facilitando el trabajo a sus mayores con los trámites burocráticos y desarrollando nuevas profesiones en el entorno rural.
Calleja también reivindica la profesión, “detrás de cada pastor que se jubila sin relevo generacional, se pierden múltiples enseñanzas y horas de aprendizaje que no hemos sabido aprovechar los jóvenes. Son saberes que no están por escrito y que, una vez se pierden, desaparecen”.
La beca cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El oficio de pastor trashumante, en vías de extinción
El pastor trashumante es una persona sabia, labrada por los conocimientos del campo, especializada en la técnica necesaria para la realización de su oficio y que tiene tiempo para cultivarse leyendo y escuchando la radio a menudo. También sabe lo que conlleva el esfuerzo y valora estar cerca de sus seres queridos, tanto como de los animales y el entorno natural en el que vive.
‘¡Somos Trashumantes!’ es el evento con el que la Mancomunidad de Tierras Altas de Soria y el Ayuntamiento de Oncala quieren dar a conocer la labor del pastor trashumante. Una ruta que se realiza anualmente a principios de verano guiando a un rebaño real de más de 1.000 ovejas merinas y con un grupo de pastores trashumantes en activo que han pasado el invierno en Trujillo (Cáceres) y que retornan al norte de Soria. Esta actividad en ediciones anteriores ha llamado la atención de daneses, franceses o mexicanos, etc.
El pastor que está conduciendo el rebaño de ovejas merinas hacia Soria, Ricardo Pérez recalca que desde hace 20 años necesitan el apoyo de las administraciones. Este hombre parece avanzar con paciencia y sin pausa. “Todavía estamos asumiendo las consecuencias de la migración a las ciudades que hubo hace años”, confiesa.
Pérez destaca la importancia de que aquellos jóvenes que opten por dedicarse a esta labor deberán tener vocación por ella. “Y nosotros hemos de enseñarles a ‘pescar’, no vale únicamente con darles una ayuda económica”, comenta.
Aún se puede rescatar la trashumancia
La agente de Desarrollo Rural de la Mancomunidad de Tierras Altas de Soria, Raquel Soria ve la necesidad de repensar la industria ganadera para su supervivencia. “La labor del pastor trashumante no se ha sabido vender, a pesar de que la calidad del producto de la ganadería extensiva es mucho mayor que la de la ganadería intensiva”, afirma.
“La industria ganadera necesita que se implemente el apoyo tecnológico eficientemente, nuevas investigaciones acerca de las vías de comercialización de los productos derivados de la ganadería extensiva, así como la facilitación y reducción de los trámites burocráticos que, en ocasiones, los mismos pastores tienen que llevar a cabo”, declara Soria a Efeverde.com.
La agente de desarrollo rural piensa que como sociedad española debemos hacer un ejercicio de consciencia y comenzar a valorar la diversidad cultural del país, “tenemos que apostar por el comercio local, por productos de mayor calidad”, defiende. Sin embargo, el veterano pastor trashumante que conduce el rebaño ve necesaria una mayor colaboración entre las personas, la naturaleza y los animales. Ambos creen que las nuevas generaciones tendrán en cuenta desarrollar modos de vida más tranquilos, y posiblemente, en un espacio natural.
Beneficios de la trashumancia
Entre los beneficios de esta práctica destacan los medioambientales, sociales, económicos y culturales. Las ventajas ambientales que brinda esta actividad están directamente relacionadas con la conservación de la biodiversidad. Esta se centra en la protección de la oveja merina, que contribuye a la dispersión de más de 5.000 semillas al día, cinco millones de semillas por rebaño. También, conserva el paisaje, previene los incendios forestales, ayuda a combatir el cambio climático, aprovecha los recursos naturales con mínimo gasto energético, conserva una extensa red de vías pecuarias y pastos, según informa Ecologistas en Acción. Por no hablar de que, gracias a esta actividad, las ovejas disfrutan de alimento natural y de un mayor bienestar.
Además, la trashumancia trae beneficios socioculturales y económicos, como un mayor desarrollo rural, haciendo posible la creación de empleo y la colaboración de las personas en un entorno natural. También, permite la comercialización de productos de calidad, comparte la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).
La Mancomunidad de Tierras Altas continuará trabajando para preservar, defender, apoyar, fomentar y divulgar el sector de la Trashumancia en España, así como todas las actividades relacionadas con este oficio fundamentales para el desarrollo rural y económico de España.