Hace menos de dos semanas presentaba su dimisión el presidente de la patronal de fabricantes de automóviles Anfac, Wayne Griffiths, señalando la «inacción del Gobierno» en favor del coche eléctrico. Según los datos de la propia organización que agrupa a las principales casas automovilísticas, la fabricación de los vehículos híbridos tradicionales en España es la que más crece respecto al año pasado. La de los que necesitan enchufe, está en retroceso.

Las fábricas han ensamblado hasta mayo 93.368 unidades de vehículos híbridos tradicionales; es decir, los que tienen un motor de combustión diésel o gasolina y uno eléctrico cuya batería se autorecarga por varios sistemas sin necesidad de enchufarlo a la red. Se trata de un 73,1% más que en el mismo período del año anterior y, en términos de cuota, crecen cuatro puntos hasta representar un 9,7% del total.

Por contra, en lo que va de año se han producido un 6,2% menos de vehículos híbridos enchufables (PHEV), hasta las 55.819 unidades. En cuota ceden cuatro décimas hasta representar un 5,7% del total. Por su parte, la caída de los vehículos eléctricos puros (BEV) es todavía mayor, con un 16,9% menos de automóviles de este tipo ensamblados en España hasta mayo. En total, son 59.914 unidades, que representan un 6,1% del total producidos, 1,3 puntos porcentuales menos que en el mismo período de 2023.

Por tanto, la producción de vehículos electrificados (híbridos enchufables y eléctricos puros) es un 12% menor a la de hace un año, con un total de 115.733 unidades. Se trata del 11,8% de los vehículos que salieron de las fábricas españolas, 1,8 puntos menos que el año anterior.

«Es prioritario para las marcas y fabricantes de vehículos que se vendan más modelos con enchufe, tanto en España como fuera. Sin demanda de estos modelos es difícil que haya un gran volumen de producción», decía hace unos días el director general de Anfac, José López-Tafall.

Por contra, la producción de vehículos de gasolina creció un 1,3% hasta mayo hasta representar con 538.616 unidades el 54,8% del total, una décima más que un año antes. La de los vehículos diésel cayó, eso sí, un 9,1% hasta las 221.434 unidades y su cuota baja dos puntos y medio hasta representar un 22,5% del total.

Asimismo, la producción de vehículos que usan como combustible GLP (gas licuado del petróleo) se eleva también un 28,7% con 11.103 unidades. Alcanzan una cuota del 1,1% del total producida hasta mayo. Apenas hay 1.084 automóviles propulsados por gas natural, tras caer un 41,8% su producción en un año y representar solo un 0,1% del total.

«Los objetivos de descarbonización nos exigen unas ventas anuales de vehículos con enchufe que no estamos cumpliendo. Pero es necesario que el cliente vea atractiva la compra de estos vehículos y, en este momento, hay mucho ruido no sólo en contra de los eléctricos sino de cualquier tipo de vehículos», añadía López-Tafall.

En este sentido, recordaba que esa sensación de incertidumbre «provoca una mayor confusión si cabe en los ciudadanos y retrasa la decisión de compra de un vehículo nuevo con lo que la edad media del parque móvil sigue subiendo por encima de los 14,2 años», alertaba.

Si el análisis se ciñe a la producción de turismos y no al conjunto de todos los tipos de vehículos, los electrificados crecen un 3,9% y suman 107.604 unidades. Esto supone un 13,5% de cuota, tres décimas menos que hace un año. Aunque los eléctricos puros crecen un 17%, los híbridos enchufables caen un 6,2%.

Por contra, los coches híbridos tradicionales se disparan un 73,1% hasta las 95.368 unidades producidas. Estos consiguen aumentar su cuota en 4,6 puntos hasta representar un 12% del total. En el segmento de turismos, los de gasolina se mantienen a la cabeza de 528.000 unidades producidas en los cuatro primeros meses del año, un 66,4% del total. Por contra, los diésel caen un 33,3% hasta representar apenas un 6% del total.

Si se toma solo el mes de mayo, la producción de turismos eléctricos puros e híbridos enchufables se desploma un 21,2% interanual. En total, ceden 3,5 puntos de cuota y se quedan en un 10,4% del total. Mientras tanto, los híbridos tradicionales se disparan un 111% hasta representar un 16,3% del total. Según la patronal, el desplome se debe al fin del ciclo de vida de algunos modelos y el ajuste en las cadenas de producción de nuevos vehículos electrificados en las fábricas.

En el conjunto de vehículos, el retroceso de los electrificados es del 31,1% respecto a 2023. «Al final de este proceso, ni reforzamos la industria ni bajamos las emisiones, está claro que algo no se está haciendo bien», remataba el director general de la patronal de fabricantes.

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