Pregunta. En sus manos está la última mascletà de estas Hogueras. ¿Cómo se desarrollará?
Respuesta. La mascletà va a ser toda digitalizada, de principio a fin gobernada por el ordenador. En total, se darán 1.693 órdenes. Está dividida en tres fases:
- La primera será de unos dos minutos de digital con aproximadamente distintos efectos, utilizando todo lo que tenemos de ancho en la plaza. Se emplearán sonidos como zumbadoras, pitos, roncadoras y sirenas, además de sempertinas verdes y rojas con trueno y relámpago rojo. Todos combinados y utilizando distintos efectos.
- La segunda fase será el cuerpo terrestre, con retenciones acompañadas por fuego aéreo, con un crescendo en el que la última retención conectará con un potente doble terremoto.
- La última será el bombardeo aéreo final, donde también se va a utilizar toda la plaza, hasta acabar con un hermético golpe final.
P. ¿Cuántos kilos de pólvora van a emplear?
R. 150 kilos, el máximo permitido. Es el día de San Juan y hay que estar a la altura.
P. ¿Qué supone para usted disparar en Alicante?
R. Una responsabilidad muy grande, porque es nuestra tierra, aunque tengamos la nave en el límite entre la Región de Murcia y Alicante. Aquí nos sentimos muy arropados y queridos por la gente y eso es algo que respetamos mucho, por eso queremos que la mascletà esté a la altura. Solo espero que el viento y los distintos factores no influyan y salga todo bien.
P. Ganaron el concurso nuevamente el año pasado. ¿Qué supone el certamen?
R. Sinceramente, hemos ganado siete de las últimas diez ediciones, cinco de ellas consecutivas. Aunque miras un poco el ganar, está en un segundo plano ya. Lo que queremos es que el público tenga lo que espera de nosotros. Creo que el éxito de haber ganado tantas veces se debe a que no hemos repetido ningún año, siempre nos renovamos a nivel de efectos y combinaciones, intentando dar algo nuevo. ¿Queremos ganar? Sí, claro, pero lo más importante es que la gente quede contenta. Tampoco es que ganar te asegure luego trabajo en media España, pero sí la satisfacción de que todo ha salido bien en tu propia tierra.
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