Lo que parecía ser una fiesta en Cornellà tras el ascenso del Espanyol ante el Oviedo dándole la vuelta a la eliminatoria tras caer en el Tartiere en la ida por 1-0, dejó una de las rajadas más inesperadas. El conjunto periquito consiguió remontar la final de ascenso ante el Oviedo tras vencer 2-0 en casa con dos tantos de Puado casi seguidos en la primera mitad, en un partido vibrante. Con el pitido final la alegría inundó a los jugadores blanquiazules, que regresaban a Primera tras un año en el infierno de la categoría de plata. Pero no para todos era una fiesta

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