El rally de la tecnología parece haberse enfriado. Luego de encadenar varias jornadas al alza, los valores tecnológicos se han girado a la baja en los últimos compases de la pasada semana. Han sido especialmente llamativos los descensos en compañías estrechamente relacionadas con la inteligencia artificial (IA), la gran sensación del mercado en los últimos tiempos. ¿Estamos ante el comienzo de una corrección más significativa?
Como con todo, depende de a quién le pregunte. Algunos argumentan que los últimos datos económicos conocidos a finales de la semana pasada no son particularmente positivos. Sin ir más lejos, los índices PMI de junio publicados este pasado viernes muestran una clara ralentización en la Unión Europea (UE), aunque las lecturas en Estados Unidos han sido algo más positivas y han reflejado que el sector privado crece a su ritmo más rápido en 26 meses.
No obstante, los datos del jueves dibujaron una situación menos halagüeña para la primera economía del mundo. El índice manufacturero de la Reserva Federal (Fed) de Filadelfia se relajó de forma inesperada en el sexto mes del año. Además, los datos de construcción de viviendas se quedaron por debajo de lo esperado y las cifras de desempleo semanales cayeron menos de lo anticipado por el consenso de analistas.
«¿Debemos esperar más recogida de beneficios o ya hemos visto lo peor? Todo depende de la confianza de los inversores, que se ha mantenido muy positiva este año«, señala David Morrison, analista sénior de mercados de FCA. Ello, agrega, a pesar de que la Fed ha rebajado sus expectativas de recorte de tipos de interés, ya que la inflación se mantiene obstinadamente alta. No obstante, muchas de estas referencias apuntan hacia una suavización de la economía que podría persuadir al banco central estadounidense a suavizar su política monetaria.
Y es que los últimos datos de empleo han indicado que el empleo «no es tan ajustado (nóminas agrícolas aparte)» como lo fue en el primer trimestre del año y, en consecuencia, «por fin es posible que el IPC esté retomando su tendencia a la baja de la primera mitad del año pasado«.
Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, resta importancia a estas cifras y opina que hay que buscar en otro lado para entender este reposicionamiento. «La reticencia a entrar en tropel en las bolsas estadounidenses tuvo más que ver con la psicología de los inversores», afirma.
Para esta experta, es clave que el Nasdaq 100 haya coqueteado con el nivel de los 19.980 enteros durante la pasada semana, quedándose «muy, muy cerca del nivel superpsicológico de los 20.000 puntos», momento en el que se ha dado la vuelta. «Los inversores pueden estar pensando que el rally tecnológico, que es la única razón por la que vemos a los principales índices estadounidenses renovar récord tras récord, está ahora sobredimensionado, y que las valoraciones han ido muy por delante de sí mismas y que podría ser el momento de tomarse una pausa… y tal vez guardar parte de los beneficios en el bolsillo», añade Ozkardeskaya.
Por su parte, Morrison tiene otra teoría: las últimas señales son buenas «en lo que respecta a las esperanzas de recorte de tipos», pero no lo son tanto «cuando se consideran las perspectivas económicas y, en consecuencia, los futuros ingresos y beneficios de las empresas». «Los inversores deberían tener cuidado con lo que desean», señala, al tiempo que llama la atención sobre el traspiés de Nvidia tras coronarse como compañía más valiosa del mercado.
¿ESTÁ SOBRECOMPRADA NVIDIA?
A estas alturas de la película, negar que Nvidia es un gigante sería faltar a la verdad. El fabricante de semiconductores radicado en Santa Clara (California) se ha convertido en la ‘poster child’ del mercado y su desempeño bursátil no hace más que confirmarlo. En lo que va de año, la compañía ha subido más de un 150% y prácticamente ha duplicado su precio en el último año, pero es que, si nos remontamos a los mínimos de septiembre de 2022, poco antes del ‘boom’ de la IA, el precio de las acciones se ha multiplicado por 10.
«Muchos inversores han considerado que, si las acciones de Nvidia suben, todo va bien en el mundo… Pero no es momento de confiarse«, apunta Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.
Este experto destaca que las fuertes subidas de los mercados de renta variable, el optimismo de las empresas y la inyección de liquidez en recompras de acciones y dividendos «podrían dar a entender que los buenos tiempos han llegado para quedarse». «Pero la historia nos dice que estos momentos pueden ser los más peligrosos, ya que los inversores olvidan lo que podría ir mal y se centran simplemente en lo que podría ir bien», agrega.
No obstante, Mould también deja claro que «nada va mal» con Nvidia. «Son solo las fluctuaciones habituales en el mercado de valores que, con empresas tan grandes, pueden borrar o añadir cientos de millones o incluso miles de millones de dólares a su valor de mercado», explica.
Con todo, hay quien ve el vaso medio lleno tras la reciente caída de las acciones del gigante californiano. Es el caso de Rania Gule, analista de mercados de XS.com, quien señala que el retroceso podría representar una buena puerta de entrada para el valor, que podría seguir subiendo hasta los 145 en el corto plazo, especialmente si la cadena de suministro «pasa de Hopper a Blackwell sin obstáculos«.
«A principios de este mes, Nvidia anunció sus planes de lanzar su plataforma de IA más avanzada para 2026. La empresa líder en chips de IA también utilizará memorias de nueva generación para mejorar los tiempos de procesamiento de datos. A principios de junio, Foxconn reveló sus planes de construir un centro de computación avanzada en Taiwán utilizando los chips Blackwell de Nvidia, lo que pone de relieve las colaboraciones de Nvidia para expandirse en los mercados de la conducción autónoma y los vehículos eléctricos», relata Gule.
Asimismo, el ‘split’ 10 por 1 completado a comienzos de junio «puede significar algo más que una reducción del precio por acción». Un precio más bajo, señala Gule, podría convertir a Nvidia en una firme candidata a ser incluida en el Dow Jones. Anteriormente, Apple o Amazon fueron incluidas en el selectivo que mide el desempeño de las 30 mayores compañías de EEUU después de ejecutar sendos desdoblamientos de acciones.
«En mi opinión, esto construirá un mayor impulso alcista para el líder de chips de IA, presentando una oportunidad de compra para futuras generaciones en lugar de solo el momento actual», afirma esta experta. De igual modo, Gule recuerda que la cotización se vio impulsada tras su reciente alianza con Microsoft, así como tras la última conferencia de Google, en la que presentó distintas formas en las que la inteligencia artificial podía mejorar la investigación.
«Por tanto, creo que los ingresos globales por chips de IA crecerán globalmente un 26%, de 53.400 millones de dólares en 2023 a 67.100 millones en 2024, duplicándose potencialmente hasta los 119.000 millones en 2027, según un reciente informe de Gartner. En mi opinión, esto convierte a Nvidia en una atractiva oportunidad de inversión a medio y largo plazo», concluye Gule.