Un año más, centenares de personas a lo largo de toda España celebraron ayer la Noche de San Juan, saltando entre hogueras, quemando muñecos y papeles y adentrándose en el mar, en la que es considerada la noche más corta del año, aunque técnicamente no coincide con el solsticio de verano. En 2024, las celebraciones han tenido lugar en la madrugada del 23 al 24 de junio, siendo el día de San Juan Bautista hoy, 24 de junio.
En varios puntos del país, había playas llenas de parcelas de jóvenes que llevaban desde el viernes en los arenales para reservar sitio. En los últimos años, se ha extendido la costumbre de «reservar» un lugar días antes.
En origen, la noche de San Juan fue una fiesta pagana de culto al Sol, que se realizaba, por un lado, como homenaje a los tiempos de cosecha, y por otro como un elemento purificador en el que se quemaban las energías negativas. En aquella época, se creía que el fuego tenía un poder purificador y servía para protegerse de los malos espíritus. Una tradición que perdura hasta hoy: