Tocaba una jornada para saborear. Un día para añadir recuerdos, imágenes y gestos a una noche inolvidable, la de la consecución de un ascenso a Segunda División. El Córdoba CF sacó a la calle su particular trofeo, su gesta deportiva para que Córdoba y los cordobeses pudieran disfrutar de ella. Tras la noche del 23 de junio, que ya será inolvidable y que ha sido inscrita con letras doradas en el libro de los 70 años de historia blanquiverde, correspondía ahora compartir con toda la ciudad ese momento de euforia. Si durante la mañana tocó el aspecto más formal, el de las instituciones, la noche estaba reservada para la calle, para el cordobesista de siempre, para el cordobesista de nuevo cuño, para el cordobesista que está por venir, ese que vio con sorpresa cómo se llenaba El Arcángel para disfrutar del ascenso a Segunda División del club representativo de la capital y de la provincia.

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