El fútbol de toda la vida es el que propone Niclas Füllkrug. Un reloj suizo, aunque no tenga nada de señorial, pero sí mucho de perfecto engranaje. El tanque germano salvó a la anfitriona de perder el liderato ante una buena selección helvética. Le faltó el ‘tic-tac’ final a los de Yakin para llegar a octavos como líderes de grupo. Pero Raum unió en un mismo centro a los optimistas y pesimistas germanos para poner un centro magnífico al delantero del Borussia Dortmund. Un tanto decisivo para un empate que pone en el camino de España a la Mannschaft.

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