El 23 de junio es en Estonia uno de los principales días festivos y familiares del año, casi como Nochebuena y Navidad para los españoles. Este año, además, ha caído en domingo, pero ninguna de las dos circunstancias han impedido que el presidente del país, Alar Karis, reciba a Felipe VI en visita oficial. El Rey llegó el domingo al mediodía a este país, primera etapa de su gira báltica, y se fue directo al Palacio presidencial de Kadriorg, para entrevistarse con Karis, con el que también visitó a los militares españoles del portaeronaves ‘Juan Carlos I’, un buque de 232 metros de largo y en el que hay 1.100 efectivos en estos momentos.
El Gobierno de Estonia está muy agradecido a España por contribuir, a través de la OTAN, en la seguridad de esta exrepública soviética que, como Lituania y Letonia, entraron en la Alianza y en la Unión Europea en 2004. Ninguno de los tres países tiene capacidad para asegurar esa frontera oriental y los aliados se van turnando para ayudarles a hacerlo. La disuasión es uno de los objetivos despliegue internacional en la zona. Rusia se anexionó Crimea, en 2014 y, en febrero de 2022, invadió Ucrania, dos antecedentes que hacen temer lo peor a estos tres pequeños países.
El Monarca se refirió a esa espada de Damocles con la que viven desde hace dos años Estonia, Lituania y Letonia, que comparten frontera con su vecino ruso. “Muchos de nuestros ciudadanos sienten miedo por su futuro”, dijo Felipe VI sobre la guerra que “se está librando en el corazón de Europa”, en Ucrania. Y añadió que España será “un firme y fiable aliado” para defenderles si es necesario. El jefe de Estado tiene la más alta autoridad y responsabilidad sobre los ejércitos.
“Nosotros entendemos perfectamente la grave preocupación que la invasión de Ucrania despierta en muchas partes de Europa y particularmente aquí en la región báltica”, afirmó. En total, casi 2.500 militares españoles están desplegados en los tres países, una apuesta por la seguridad oriental que, como ha dicho más de una vez directamente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se hace pensando también en que España esperará el mismo compromiso en la frontera sur si es necesario.
La presencia del Ejecutivo
El viaje continuará este lunes en Lituania, donde el Rey asistirá a una maniobra aérea de protección, y, el martes, volará a Letonia. Será a este último país al que llegará directamente la ministra de Defensa, Margarita Robles. El jefe de Estado inició el domingo esta gira de gran carga política sin el acompañamiento habitual de un miembro del Gobierno. Sin embargo, nada más aterrizar en Estonia, el gabinete del Rey recibió la llamada de la Moncloa diciendo que Robles se sumaría el tercer y último día. La rectificación llegó después de algunos titulares subrayando la ausencia del Ejecutivo.
El Ejecutivo, en un principio, descartó acompañar al jefe del Estado en esta gira y decidió que fuera el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Teodoro López Calderón, pero una indisposición de última hora se lo impidió y, al final, voló con el Monarca a Estonia Francisco Braco, comandante del mando de operaciones en el exterior.
Ejercicios para estar listos
El portaeronaves ‘Juan Carlos I’ está participando este mes de junio en el Baltops 2024, el principal ejercicio que la OTAN desarrolla en el Mar Báltico. En total, en esa maniobra participan 9.000 efectivos de 19 países aliados que están embarcados en medio centenar de buques. El objetivo de este tipo de maniobras es aumentar la coordinación entre los diferentes países para engrasar bien las comunicaciones y la manera de actuar en caso de que fuera necesario. Letonia, uno de los países más digitalizados del mundo, tiene un territorio del tamaño de Aragón y en él viven 1,3 millones de habitantes.
