Los perros suelen reaccionar mal ante los ruidos fuertes y estridentes, como los truenos durante una fuerte tormenta o el motor de coches o motos durante una carrera. Y la verbena de San Juan es una de las festividades más estresantes para ellos, por el ruido que provocan los petardos y cohetes que se lanzan durante la que tradicionalmente se considera la noche más corta del año. A pesar de que no lo sea.

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