Si una mascletà puede calificarse como divertida, la de este sábado en Alicante, a cargo de la pirotecnia valenciana Tamarit, sería un buen ejemplo. Y todo gracias a un disparo variado, en el que se recurrieron a buena parte de los efectos disponibles para hacer más que amenos los 5 minutos y 36 segundos de duración del espectáculo pirotécnico. Nada que ver con el que la pirotecnia de Alfarrasí lanzó en el arranque de estas Hogueras, que no fue más que una exhibición para no tener que acortar el ciclo ante la falta de empresas dispuestas a lanzar desde Luceros este año. Puede que no sea tampoco el mejor disparo del concurso, pero no aburrió en ningún momento. Y no es poco. Fue un no parar. Hubo de todo: digital, colores, heterogéneas fases aéreas, un largo y potente terremoto terrestre y un digno bombardeo definitivo aéreo. Una mascletà como toca en un 22 de junio en Alicante.

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