La economía española por su «resiliencia» en los últimos meses, como apunta Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras de Julius Baer para Iberia, aunque esto no la exime de afrontar un «riesgo notable» derivado de «la incertidumbre política», que se ha intensificado en los últimos meses.

«El riesgo político de España se ha mantenido alto desde las últimas elecciones generales, dado su panorama político cada vez más polarizado, como se refleja en el reciente evento de la casi renuncia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Esto podría representar un riesgo notable para las agendas de flexibilización fiscal y reducción de la deuda«, asegura.

La situación política choca con la «resiliencia» en materia económica, a pesar de «los tipos altos y el cierto pesimismo que se cierne sobre las perspectivas de mercado de las economías europeas».

En este contexto, Benedit se muestra relativamente optimista sobre las perspectivas de la economía española, ya que «la deuda sigue siendo relativamente sostenible, los balances privados se mantienen sólidos y los fondos de la UE siguen apoyando el crecimiento de la inversión privada«. Sin embargo, matiza, «la economía española se ve significativamente limitada por niveles de desempleo persistentemente altos y por el riesgo y la incertidumbre política».

En lo que va de año, España ha sido uno de los países con mayor crecimiento económico dentro de la UE, aunque ahora preocupa que este impulso de la primera mitad del curso se pueda ir desvaneciendo a medida que se desinfla el gasto de los hogares.

«El PIB de España se fortaleció un 0,7% intertrimestral en el primer trimestre de 2024 así como en el cuarto trimestre de 2023 (+0,5% intertrimestral contra el tercer trimestre de 2023), por encima de la mayoría de sus pares europeos. A pesar de ello, el consumo interno de los hogares sigue debilitándose, debido a la desaceleración del crecimiento de los salarios, mientras que las inversiones se están recuperando en 2024, tras una segunda mitad de 2023 débil, dadas las estrictas condiciones de financiación», valora.

Mientras, la situación de la balanza comercial sigue mejorando, ya que «las exportaciones, que reportaron unas cifras más débiles durante el segundo y tercer trimestre de 2023, se recuperaron a medida que los aumentos de las exportaciones superaron el ritmo de las importaciones».

«En general, el crecimiento del PIB real se situó en 2,5% interanual en 2023 (frente al +5,8% interanual en 2022) y esperamos que este ritmo se desacelere aún más hasta el 2,2% interanual en 2024 (frente al crecimiento proyectado de la eurozona del 0,6% interanual). Además, es probable que el impacto retardado de los aumentos de los tipos de interés siga afectando a la demanda interna, dados los niveles aún elevados de deuda/PIB«, pronostica Benedit.

MEJORAR EL DÉFICIT

Una de las asignaturas pendientes del Gobierno español es mejorar el déficit fiscal, después de cerrar en pasado curso en el 3,6%. En este sentido, el Ejecutivo tiene la delicada tarea de equilibrar sus gastos e ingresos al tiempo que mantiene las políticas de ayuda en diversas áreas.

«En diciembre de 2023, el Gobierno amplió y revisó las reformas económicas que había implementado anteriormente y que debían expirar en diciembre de 2023. En particular, el tipo cero del IVA sobre los alimentos básicos se amplió hasta finales de junio de 2024, mientras que el tipo rebajado del 5% sobre los precios del gas natural y de la electricidad se elevaron de nuevo al 10%», asegura.

Ahora, el FMI espera que el déficit fiscal de España se reduzca al 3,1% del PIB en 2024, respaldado por «revisiones al alza de los tipos del IVA sobre la energía (los subsidios a la energía representaron aproximadamente el 1,4% del PIB en 2023)».

«Dado el estrechamiento del déficit, el FMI espera que la deuda de España disminuya gradualmente hasta el 106,3% del PIB en 2024 (frente al 107,5% en 2023)», añade.

Cabe recordar que esta semana la Comisión Europea sacó a España del procedimiento de déficit excesivo al considerar que el incumplimiento del umbral fijado en el 3% es de carácter «temporal». El país cerró 2023 con déficit del 3,6%, pero Bruselas cree que el déficit español descenderá hasta el 3% al término de 2024, con lo que «la Comisión no propondrá en julio abrir un procedimiento de déficit excesivo para España».

En lo que respecta a la inflación, la analista destaca que «los precios han estado en línea con las cifras previstas en los últimos meses«, y de cara a lo que resta de año anticipa una moderación continuada.

«Esperamos un promedio anual para la inflación que se reducirá al 3% en 2024 (frente al 3,4% en 2023), debido, principalmente, a las condiciones monetarias, que siguen siendo restrictivas a pesar de que el BCE haya comenzado a recortar los tipos de interés», manifiesta.

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