El presidente argentino, Javier Milei, ha cerrado su visita oficial a España con dos galardones bajo el brazo y una nueva aliada confirmada en la ciudad de Madrid. A media tarde de este viernes, horas después de su llegada a la capital, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, le premiaba con la Medalla Internacional madrileña. Vestida de azul celeste, de la bandera argentina. En una ceremonia protocolaria con apenas salidas de tono duras, aunque sí recados hacia Moncloa. Milei, líder de la coalición liberal-conservadora La Libertad Avanza, que le ha llevado a la Casa Rosada, volvía a mencionar a Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Evitaba términos como el de «corrupta» lanzados hace menos de un mes desde el Palacio de Vistalegre junto a Santiago Abascal. Aunque citaba al hermano del presidente, David Sánchez, con causa abierta en un juzgado de Badajoz por supuestamente haber cobrado sueldo público de la Diputación sin haberse presentado al puesto de trabajo.

Con una alerta sobre «el peligro del socialismo», hecha desde la Real Casa de Correos, que luego replicaría en el Casino Real de Madrid en la ‘Cena de la Libertad’ del instituto Juan de Mariana (IJM), Milei indicaba que «los políticos tienen las manos porosas, a veces son las de un hermano o la pareja«. Y aunque se refería al entorno de Sánchez, daba libertad de que cada uno que «entienda lo que quiera». Minutos más tarde, con cierto retraso respecto a la agenda programada, el argentino se trasladaba a 400 metros de la Puerta del Sol, para recibir el segundo galardón de la noche. El de la fundación que conmemora la labor del filósofo y jesuita, de la corriente de los escolásticos salmantinos crucial para la Escuela Austriaca de Economía, a la que Milei está adscrito.

«Quien conoce a Milei sabe que no es de los que ceden. Aprieta y aprieta«, comentaba un argentino afincado en Madrid al ser preguntado por el conflicto diplomático entre Moncloa y el Gobierno argentino. Una crisis iniciada sutilmente con las acusaciones de consumo de «sustancias» vertidas por el ministro de Transportes Óscar Puente a principios de mayo, que se terminó por abrir con la intervención de Milei desde Vistalegre.

Ya en la gala, amenizada en la puerta con vítores de esos concentrados, pero también con detractores e incluso integrantes de FEMEN, las tesis económicas de Milei, de la corriente liberal y libertaria, eran replicadas por dos de las principales voces de la entidad. Primero por el coordinador de Estudios, Diego Sánchez de la Cruz. Luego por Manuel Llamas, director del IJM. Éste advertía de los peligros del socialismo, liderado por Sánchez, a quien definía tendiendo la alfombra roja a Milei, de encabezar un «Gobierno liberticida». Está «presidido por un narcisista enfermizo ávido de poder, dispuesto a todo y más con tal de seguir en La Moncloa«.

«España lleva años de estancamiento económico a la que se suma una deriva populista de tintes autoritarios que quiere acabar con la separación de poderes. De socialistas y de comunistas que ataca a la propiedad privada, que señala a jueces y empresarios, y que quiere acabar con la prensa libre», afirmó. Una «amenaza real y muy grave», añadió, que, no obstante, cree que pronto se superará: «La libertad siempre triunfa».

El director del IJM, Manuel Llamas, fue uno de los más críticos en la gala posterior al acto de la CAM. Milei se centró en su gestión

«Estamos en el lado bueno de la historia«, replicó quien fuese viceconsejero de Economía de Ayuso en el pasado. Llamas se alegró de que, frente al «mero servilismo de muchos medios tradicionales», nuevas formas de comunicar en redes sociales y periódicos digitales «libres y libertarios» se estén haciendo paso. De Milei resaltó su paso por política «para devolver el poder al pueblo» y «ganar la batalla cultural al zurderío de su país». Llamas protagonizó las referencias más directas contra el Gobierno, en contraste de un Milei que, a diferencia de la tarde, optaba por relatar su acción desde el Ejecutivo.

El catedrático de Economía, Jesús Huerta de Soto, agradeció a Milei antes de su intervención la aplicación de los conceptos de la Escuela Austríaca. Y, amoldando el «I have a dream» de Martin Luther King, describió como sueños propios uno de los fines máximos de esa doctrina: «Que el Estado sea desmantelado y recordado como una oscura y tenebrosa reliquia» y que «la gran mentira» que es «el Estado de bienestar» o la justicia social, «prostituida», «sea sustituida por la prosperidad sin límite del libre mercado». Cerró con un agradecimiento a Dios, algo cotidiano en las intervenciones de Milei.

Una defensa de su gestión económica

Pasada la media noche, tras la cena de gala y recibir un retrato como regalo, Milei subió al escenario emocionado por las palabras de Huerta y ante la atenta mirada de los asistentes. Desde empresarios de múltiples sectores, aunque no relevantes por «temor a represalias del Gobierno», comentan a El Independiente fuentes allí presentes; a ensayistas como Álvaro Vargas Llosa, periodistas como Federico Jiménez Losantos, economistas como Carlos Rodríguez Braun o Daniel Lacalle, y políticos afines como Abascal, el exdiputado de Vox Rubén Manso, firme defensor de las políticas ultraliberales, o la hispano-argentina Cayetana Álvarez de Toledo, del PP. También el exconsejero de Economía y Hacienda Ayuso, Javier Fernández-Lasquetty.

Lejos de profundizar en los ataques políticos a Moncloa, Milei se vistió de ponente económico. Tanto en discurso, como en actitud. Dejando de lado su clásico histrionismo que le caracteriza, más propio de un mitin. Desistiendo de las performance, sin motosierra en mano y dejando al león de la avenida en la salida. Aunque sí tuvo minutos para recalcar en sus valores religiosos, en el judaísmo que ha empezado a abrazar y frente al aborto, exaltando el derecho a la vida, que se complementa con su negativa a la eutanasia. «Milei no es conservador por eso, es liberal de verdad. Que no está a favor del asesinato dentro de la madre», dijo.

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