Si algo está desvelando esta Eurocopa es que vivir en la expectativa lleva de manera irremediable al desengaño. En un torneo en el que la España de De la Fuente ha pasado de ser sospechosa en el prólogo para amontonar elogios tras las dos primeras curvas, quizá uno de los partidos más llamativos de esta primera fase era el que enfrentaba este viernes a Países Bajos y Francia en Leipzig. Y ni siquiera la suplencia de Kylian Mbappé, al que no le hizo falta ajustarse la máscara que le resguardara su fracturada nariz, explicó que el combinado francés continuara provocando dudas. De hecho, se libró de un buen lío cuando entre el árbitro y el VAR negaron a Xavi Simons el 1-0 a 20 minutos del final. Dumfries, en posición de fuera de fuego, estaba junto a Maignan cuando la pelota alcanzaba la meta, suficiente para que los jueces interpretaran que incomodaba a un portero ya superado.

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