Mientras las bombas caen sobre Gaza, dejándola irreconocible, hay otra realidad que muta en silencio. En Cisjordania, de donde los focos mediáticos se han alejado, los colonos se van haciendo con el poder de la tierra. Una orden del Ejército israelí publicada a finales del mes pasado transfiere importantes poderes legales en los territorios ocupados palestinos a los colonos que trabajan para el ministro de extrema derecha y habitante de un asentamiento ilegal, Bezalel Smotrich. Los expertos señalan que esta transferencia de leyes, que ha pasado desapercibida en un Israel enfrascado en la guerra contra Gaza y las protestas contra el Gobierno, supone el paso definitivo para la anexión israelí de la Cisjordania ocupada.

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