Las caras largas, el descontento en la grada, la falta de puntería… La eliminación de Serbia parecía casi confirmada en los últimos instantes del partido ante Eslovenia, que se había adelantado por medio de un gol de Karnicnik, pero cuando todo parecía decidido, apareció un héroe inesperado, de nombre Luka Jovic, para salvar las esperanzas de los suyos de estar en octavos.
Las horas previas al encuentro fueron convulsas tras la amenaza de Serbia, verbalizada por el presidente de la Federación de Fútbol del país, de abandonar el torneo en caso de que no se tomaran medidas para castigar a las aficiones de Albania y Croacia por sus presuntos cánticos durante su partido en la primera jornada.
Duelo de nueve
Los dos conjuntos saltaron al césped con sistemas distintos, pero con una premisa clara: su pareja de delanteros. Tanto Eslovenia, con Sporar y Sesko, como Serbia, con Mitrovic y Vlahovic, centraron su juego en el poderío físico y la presencia dentro del área de su dupla de ataque.
Llevar el balón a una banda y buscar centros constantemente, ya fueran rasos o aéreos, parecía una consigna muy evidente en los de Kek, que tuvieron el dominio del partido en los primeros compases. Eslovenia dispuso de la oportunidad más clara con una jugada de Elsnik que, tras una pared afortunada con un jugador rival, estrelló un remate seco en el palo.
El rechace le cayó a un Sesko que, sin apenas margen de maniobra, envió el balón fuera cuando Rajkovic ya estaba vencido.
La respuesta de Serbia, que se empezó a sentir más cómoda con el transcurso de los minutos, llegó justo antes del descanso. Mitrovic le ganó la partida a su par en el área pequeña gracias a su corpulencia y remató como pudo con la puntera, antes de caer al suelo, pero Oblak apareció providencial como de costumbre para negarle el tanto.
Esperanza Jovic
La segunda parte arrancó con el mismo guion con el que terminó la primera. Mitrovic volvió a toparse con un milagroso Oblak en el mano a mano y con Bijol tras un cabezazo dentro del área que se fue cerca de la escuadra. Sesko también quería su pedazo de protagonismo y se sacó de la manga un latigazo desde la frontal que obligó a Rajkovic a exhibirse.
El golpe llegó a media hora del final, cuando Karnicnik apareció por sorpresa en el segundo palo para rematar a la red un gran centro de Elsnik y poner por delante a Eslovenia. Serbia estaba contra las cuerdas y la suerte no parecía estar de su lado cuando, un minuto después del gol, un remate de Mitrovic se topó con la madera tras tocar en el propio Karnicnik.
Los de Stojkovic se volcaron, pero parecía que el gol no iba a llegar. Hasta que en el último suspiro del partido, en un saque de esquina, Jovic remató a la red de cabeza casi sin saltar,desatandoo la locura en Serbia, que suma su primer punto y que todavía tiene opciones de estar en los octavos de final.