Cinco horas antes de que comiencen las mascletás, sobre las 9 horas, ya se puede ver a los primeros alicantinos en el perímetro de vallas que rodean Luceros. Son los más madrugadores de las mascletás de Hogueras, aficionados a la pólvora que hacen el sacrificio de pasar unas horas de calor para poder disfrutar del espectáculo pirotécnico en una posición de privilegio, lo más cerca posible. Cuando acaba la mascletà también tienen la posibilidad de saludar a los pirotécnicos, hacerse fotos con ellos y, si ocurre como este jueves, en el que se cumplen las expectativas con un terremoto de altura, cantar «esto sí es una mascletà». 

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