El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Reino Unido ya ha alcanzado el objetivo del 2% del Banco de Inglaterra (BoE). Sin embargo, lo que importa es la inflación de los servicios y, por segundo mes consecutivo, ha sido superior a lo esperado. Esto prácticamente confirma las reglas del juego del organismo británico: mantendrá los tipos sin cambios y no recortará hasta agosto.

La inflación no estaba tan baja en Reino Unido desde 2021, pero los analistas de ING creen que por ahora «probablemente estemos hacia el final del proceso desinflacionario».

«Si bien es posible que el IPC general caiga otra décima o dos en verano, ayudado quizás por una mayor desinflación en alimentos y servicios, otras áreas serán menos útiles. Las facturas de energía de los hogares, aunque se espera que caigan otro 7% en julio, actualmente están teniendo su impacto negativo máximo en la tasa anual de inflación y la contribución negativa disminuirá a medida que avance el año», dicen.

Esperan que la inflación rebote alrededor del objetivo del 2% durante gran parte de este año y potencialmente podría volver a subir hasta la zona del 2,5% hacia fin de año.

Pero la inflación de los servicios sigue obstinada. En mayo, se desaceleró hasta el 5,7%, frente al 5,9% de abril, pero está 0,4 puntos porcentuales por encima del último pronóstico del BoE. «Por lo tanto, mantenemos nuestro llamamiento a que el primer recorte de tipos se produzca en agosto, con un total de tres recortes este año. Aún recibiremos otro informe de inflación el próximo mes antes de la reunión de agosto. Cualquier gran sorpresa aquí podría posiblemente causar un mayor retraso», añaden.

Para los expertos de EY ITEM Club, la implicación del dato de los servicio no está clara: «Por un lado, excesos tan grandes preocuparán a los miembros más agresivos. Pero, por otro, las palomas pueden atribuir esto en parte al impacto de los aumentos de precios anuales de abril para muchos contratos indexados y precios regulados. Esos miembros también pueden señalar la flexibilización de las condiciones del mercado laboral y la moderación del crecimiento salarial como apoyo a los recortes de tipos«.

En este caso, también ven muchas posibilidades de que el primer recorte de tipos se produzca en agosto.

Sobre las previsiones de inflación, consideran que el IPC de alimentos y servicios debería caer aún más debido a efectos de base adicionales y a que las empresas trasladarán las ganancias de sus menores costes de energía a los consumidores.

«Sin embargo, la categoría de energía pesará menos sobre la inflación en el segundo semestre de 2024 debido a los efectos de base causados ​​por las importantes caídas del año pasado», con lo que prevén que la inflación general se mantenga cerca del objetivo del 2% del BoE durante el resto de este año.

Igualmente, creen que todos los ojos están ahora firmemente puestos en la reunión de agosto para un primer posible recorte de tipos de interés en AJ Bell. Sus analistas señalan que sería muy poco probable que se reduzcan los tipos de interés durante una campaña electoral.

«La trayectoria futura de la inflación –y, por ende, de los tipos– se verá afectada por quién se convierta en primer ministro y por la forma en que se desarrolle su política fiscal. Es muy probable que el BoE quiera esperar a ver el resultado de las elecciones y los planes económicos finales antes de hacer ese primer recorte», comentan.

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